Escuchar: clave de la Consejería Familiar (Lección 6)

Consejería Familiar

Lo que aprenderemos hoy:

  • La necesidad de tender puentes de diálogo con el aconsejado y escucharle.
  • La importancia de tomar nota de los detalles relevantes.
  • En qué consisten los métodos de aconsejamiento directivo y no directivo.

Siete recomendaciones para estudiar la Lección:

1.- Imprima la Lección. Es una opción que encontrará al final de la publicación.

2.- Ore a Dios antes de comenzar.

3.- Tenga a mano una libreta de notas junto con una Biblia, que serán su caja de herramientas.

4.- Eche una primera mirada al texto.

5.- Haga CLIC en la Lección que lo remitirá.

6.- Complete los espacios en blanco que hay en la Lección. Tendrá tiempo para hacerlo.

7.- Verifique que haya completado su Lección y ore para terminar la capacitación de hoy.

Le invitamos a consultar el tutorial de Youtube con el propósito de que pueda despejar interrogantes y completar los espacios en blanco de la Guía.

¿Ha experimentado la sensación de tranquilidad que le embarga cuando logra liberarse de una pesada carga que considera insufrible? Sin duda que sí. Lo sorprendente es que bastó que alguien estuviera dispuesto a atenderle y, por supuesto, llegara a interesarse con sinceridad en sus problemas.

EL CONSEJERO Y SU PAPEL CUANDO ESCUCHA

La Consejería Familiar reviste singular importancia para la Iglesia. Los estudios revelan la existencia de gran número denominaciones en las que llegan almas con regularidad a los pies de Cristo pero, en  breve, abandonan el lugar. ¿La razón? Adolecen de quien se interese de corazón por los nuevos convertidos. Pero hay algo más: quienes llegan a las iglesias generalmente enfrentan problemas y andan en búsqueda de respuestas a sus interrogantes y, ¡no hay quien los escuche y atienda!

El Consejero debe preocuparse por las personas. Es lo que hace nuestro amado Dios y Padre por nosotros. Para aprender esa pauta bíblica, lea el texto de Isaías 40:11 y escriba su apreciación:

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Un ministerio en la iglesia no será eficaz en la medida en que el bienestar de las almas no represente prioridad en nuestro corazón; si las miramos con indiferencia, iremos en contravía de una actitud que identificaba al Señor Jesucristo. Para leer cómo miraba Él la situación de las almas, le animamos a leer Marcos 6:34 y escribir sus conclusiones:

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Una primera tarea, entonces, es sentir compasión por todas las personas que no tienen a Cristo como su único y suficiente Salvador. La segunda tarea, desarrollar un principio fundamental en nuestra condición de consejeros, y es aprender a escuchar.

DOMINAR LA TENDENCIA DE HABLAR

Una tendencia común entre quienes ocupamos cierto grado de responsabilidad o liderazgo en la iglesia, es que ­­____________________ más de lo que ­­____________________.

Es cierto que en los evangelios hallamos diversas escenas en las que el Señor Jesús es quien asume una actitud proactiva al intervenir, pero hay que tomar nota del buen número de diálogos que sostenía con las personas, a quienes escuchaba con detenimiento.

Hay dos ejemplos que le invitamos a considerar. El primero, el de la mujer samaritana, que hallamos en Juan 4:1-26. Describa qué aprende en ese diálogo:

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El segundo ejemplo está en Juan 8:1-11. Es la escena de la mujer adúltera. ¿Qué apreciaciones puede anotar?

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Podemos concluir, entonces, que nuestro principio debe ser el de permanecer en atenta escucha.

Cuando nos encontramos frente a alguien que viene en procura de orientación con fundamento en principios bíblicos, además de amabilidad debemos expresar el deseo que tenemos de oírle. Hay que darle plena libertad para que se exprese, sin poner límites, los cuales podrían estar representados en mirar constantemente el reloj o quizá, preguntar por el intercomunicador a la secretaria, si ha llegado alguien a buscarnos.

Mientras atiende a una persona:

  1. ­­____________________ con detenimiento.
  2. Tome nota de los ­­____________________.

DOS MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO

Cuando estamos tomando anotaciones, es probable que nos hayamos inclinado por uno de los dos grandes métodos de aconsejamiento.

Indistintamente de cuál hayamos elegido, allegar el mayor número de información sobre el entorno y los incidentes que rodean a quien pidió orientación, es esencial.

Veamos de cuáles métodos hablamos:

  1. ­­____________________o de Direccionamiento.
  2. ­­____________________.
  • El Método Directivo es aquella técnica en la cual el Consejero asume un papel similar al del médico, es decir, toma la información del paciente que obtiene mediante la formulación de preguntas, hace el diagnóstico con fundamento en su evaluación y prescribe el remedio. Es una de las más utilizadas en la Consejería.
  • El segundo método es el No Directivo. Éste toma elementos del sicoanálisis cuyo mayor exponente fue el médico austriaco, Sigmund Freud. Quien hace las veces de Consejero escucha al paciente, analiza cada detalle, aplica principios orientados a comprender la situación por la que atraviesa el aconsejado, y le ayuda a identificar cuál es la solución más apropiada de acuerdo con su caso.

¿CUÁNTAS SESIONES DEBEN EMPLEARSE?

Usted deberá emplear cuantas sesiones considere oportunas. Puede que con la primera entrevista—la cual generalmente dura entre cuarenta y cinco minutos o una hora–, considere que tiene todos los elementos necesarios para orientarle. Sin embargo, no olvide que en la Consejería Cristiana—a diferencia de la sicología—median la oración, la sanidad interior y la orientación con base en los principios trazados por la Biblia. Por tanto, no debe apresurarse.

Usted debe estudiar la integralidad del individuo y no permitir que lo muevan las apariencias. Es importante que tome tiempo para orar por el asunto y tener claridad respecto al direccionamiento que brindará.

Deberá revisar los apuntes. Lo hará con sumo cuidado. No tenga afán al hacerlo. De su habilidad en este aspecto depende la eficacia de su trabajo como ministro cristiano en el área de la Consejería.

Su tarea, al término de este capítulo, es desarrollar con ayuda de Dios el principio de escuchar. Póngalo en práctica con sus compañeros de trabajo, con su familia y, en general, con quienes le rodean. Tómese el trabajo de oír antes de hablar. ¡Se sorprenderá de los resultados!

(C) Fernando Alexis Jiménez – Facilitador del Instituto Bíblico Ministerial.

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