Llegamos al final de un proceso que le permitirá aconsejar apropiadamente (Conclusión)

consejería

Si bien es cierto, ha sido un esfuerzo grande, por fin hemos llegado al final de un proceso formativo que los capacita con elementos básicos para brindar un consejo oportuno y apropiado a quienes acuden en procura de orientación.

Las herramientas que aprendieron en el Curso les resultarán muy útiles. Hay que repasarlas una y otra vez. Sin embargo, no constituyen más que ayudas, porque la ruta a seguir la traza el Espíritu Santo cuando—en caso caso—le pedimos su guianza.

Infinidad de personas a su alrededor pensarán que pese a los problemas en los que están inmersos, saben qué hacer. Sobre el particular enseña el rey Salomón que “El camino del necio es recto a sus propios ojos, más el que escucha consejos es sabio.”(Proverbios 12:15; 19:20, 21).

Usted como instrumento en manos de Dios para brindar una sugerencia sobre el camino a seguir, es muy importante. No en vano dicen las Escrituras: “Sin consulta, los planes se frustran, pero con muchos consejeros, triunfan.”(Proverbios 15:22)

LA CONSEJERÍA SE FUNDAMENTA EN LA PALABRA

La razón por la que infinidad de personas caen en nuevas dificultades que ahondan sus crisis, estriba en que sólo han escuchado recomendaciones humanas. Lo contrario ocurre cuando esa ruta tiene como fundamento la Palabra de Dios.

El rey David lo dejó claro cuando escribió: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.”(Salmo 119:105) También leemos: “Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida.”(Proverbios 4:13)

Siempre tenga presente la aseveración del apóstol Pablo a los creyentes del primer siglo: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y {es poderosa} para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón.”(Hebreos 4:12)

Como Consejero, no lo olvide jamás. Son las Escrituras y no su propio criterio, quienes deben guiar ya que –como anota el rey Salomón: “El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado.”(Proverbios 28:26)

Desde la denominación cristiana MISIÓN EDIFICANDO FAMILIAS SÓLIDAS ha sido un gusto preparar y compartir con ustedes estas Lecciones. Esperamos en el Señor Jesús que les saque el mayor provecho. Si atesoran estos conocimientos, pervivirán en el tiempo en tanto ejerzan el ministerio de servicio en el Reino de Dios.

Finalmente les recuerdo siete principios que deben rodear su desenvolvimiento:

  1. Disposición para escuchar antes que para hablar (Santiago 1:19)
  2. Pídale a Dios sabiduría para impartir un consejo oportuno y apropiado (Romanos 15:14)
  3. Guíese más por la Palabra de Dios que por sus propios conocimientos (2 Timoteo 3:16-17)
  4. Tenga mucha paciencia con las personas a las que aconseja (1 Corintios 3:1; Gálatas 6:1)
  5. No pierda de vista el hecho de que el Consejero por excelencia es Dios (Isaías 9:6)
  6. No rehúya el privilegio de aconsejar a otras personas (Hebreos 3:13)
  7. Cuando no sepa qué hacer en un caso difícil, recurra al Espíritu Santo, su mejor Guía (Juan 14:26)

Y por último, jamás pierda de vista el hecho de que un buen consejero, mantiene íntima relación con Dios en oración. Ese es, además de un buen ejemplo y el estudio sistemático de las Escrituras, uno de sus principales distintivos.

Nos anima el sincero deseo de que, en un futuro no lejano, usted mismo sea un instructor sobre Consejería Familiar para otras personas.

¡Dios les bendiga y les guarde, rica y abundantemente!

Ps. Fernando Alexis Jiménez y Lucero González

Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)

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