Avanzar hacia el conocimiento emocional interno, nos permite experimentar crecimiento en todas las áreas: en la relación consigo mismo, con la familia y con Dios. Ese es ya un paso agigantado en el proceso de transformación y de transferir principios y valores. En ese orden de ideas el conocimiento emocional va de la mano con la inteligencia emocional. No es un asunto tan complicado. El Señor Jesús enseñó: “Y llamando á sí las gentes, les dijo: Oíd, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; más…
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