La capellanía no es un ejercicio ministerial que se desarrolla simplemente para ver si funciona y, en caso de que no sea así, renunciar. Una dinámica de pensamiento así es equivocada porque el llamamiento de Dios es algo serio y demanda obediencia y perseverancia. Permítanos citar tres escenarios de llamamiento divino: 1.- Llamamiento de Abraham: Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y…
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