Desde antes de la fundación del mundo nuestro amado Dios sabía que el género humano caería en pecado y, por su infinito amor, dispuesto la salvación. Se hizo hombre para evitar nuestra condenación eterna, como escribió el apóstol Juan: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.»(Juan 3:16 | RV 60) Él reveló progresivamente, a través de los siglos, la venida del Mesías y la nueva oportunidad que…
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