Quien ejerce el ministerio de la capellanía y las personas a las que acompañamos, en el escenario que sea, deben atravesar por un proceso que conjuga dos fundamentos: cambio y crecimiento permanentes. No es algo que se logra de la noche a la mañana ni en un abrir y cerrar de ojos. Tampoco con una experiencia emocional que confundimos con una vivencia espiritual. De la mano con los anteriores elementos, están dos ingredientes de los que debemos tomar nota: Disciplina Obediencia En todo este tránsito, la sujeción al Dios que…
Continuar Lectura