¿Por qué establecer una cultura del discipulado? (Lección 4)

Discipulando nuevos creyentes

El discipulado es un proceso que progresivamente ha ido desapareciendo de la agenda de las iglesias. Se ha olvidado que no son los programas que resultan más sonoros o atrayentes los que aseguran la permanencia de un creyente en los caminos de Cristo, sino el formarlos y enseñarles la Palabra de tal manera, que cada día, procuren andar en el sendero trazado por nuestro Señor Jesús. Eso es lo que verdaderamente los fortalece y les permite enfrentar los ataques del enemigo en su afán de minar su vida personal, espiritual y familiar (Cf. 1 Pedro 5:8)

Una de las mejores definiciones que hayamos podido leer sobre discipulado, la compartió el autor y conferencista cristiano, Mark Dever:

Discipular es ayudar a alguien a seguir a Jesús, haciendo un bien deliberado en su vida.  Usted y yo somos cristianos porque alguien hizo esa labor por nosotros. Y alguien, a su vez, lo hizo por ellos. Y así, sucesivamente, hasta llegar a los primeros cristianos. Los testigos oculares de Jesús enseñaron lo que él les había enseñado, y así formaron testigos por siglos. Esta tarea continúa hasta el día de hoy; ha llegado nuestro turno. Bajo la soberanía de Dios, la generación futura de discípulos depende de que nosotros sigamos el ejemplo de esos primeros seguidores. Discipular es parte de nuestro propio discipulado con Cristo.”

¿Cuál es el distintivo particular de un auténtico discípulo del Señor Jesús? Encontrará la respuesta en Juan 13: 34, 35:

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Sobre esa base, reviste singular importancia que cada miembro de la comunidad de creyentes asuma el desafío de acompañar y formar seguidores del Señor Jesús.

Le invitamos a leer el pasaje de 2 Timoteo 2:2. ¿Cuál es la instrucción específica que imparte el apóstol Pablo?

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Las denominaciones que experimentan crecimiento cualitativo y cuantitativo a nivel mundial, son aquellas que han implementado programas de discipulado consistente y sistemático, de manera permanente.

Cuando pastores y líderes consideran el afianzamiento de los nuevos seguidores de Cristo, llevan a la práctica los cimientos contenidos en el pasaje de Hebreos 10:24, 25 de animarnos…

  • En la fe
  • A amar y ser amados.
  • A hacer buenas obras.
  • A perseverar en congregarnos.
  • A poner la mirada en el regreso del Señor Jesús.

El discipulado tiene, como acabamos de ver, el propósito de ayudarnos unos a otros para seguir al Maestro. De hecho, quien concibió la estructura del discipulado uno-a-uno, fue el propio Señor Jesús. Comenzó su labor formando a doce seguidores quienes multiplicaron las enseñanzas en todo el mundo conocido en aquella época.

¿De quién es la responsabilidad de discipular? Es una responsabilidad que nos concierne a todos.

Los pastores y líderes forman a los seguidores de Cristo y, éstos a su vez, prosiguen con la comisión. Se reproducen en otros. Considere aquí los textos bíblicos de Romanos 10:17 y 2 Timoteo 4:5. Analice cómo encajan con la labor del discipulador.

Cuando alguien recibe fundamentación para asumirla en su vida y compartir con otros, toma forma el verdadero propósito de edificar a la iglesia (Lea Efesios 4:12)

¿Por qué es importante discipular? Descubra la respuesta en la instrucción que impartió el apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:16:

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UNA CULTURA DEL DISCIPULADO

La dinámica de la iglesia en general debe cambiar. Nuestra prioridad no la deben representar actividades de visibilización sino la implementación y fortalecimiento de una cultura del discipulado.

Cuando esta cultura se convierte en uno de los puntos focales del accionar eclesial, comenzará el verdadero proceso de crecimiento y salud espiritual que anhelamos. Por esa razón, debería ser normal que viéramos a los creyentes crecer y madurar espiritualmente.

¿Cuál es, entonces, la ventaja de implementar una cultura del discipulado? Su sostenibilidad en el tiempo, por encima de las circunstancias positivas o adversas que pudiera atravesar la iglesia local.

En cierta medida, el fortalecimiento del seguidor de Cristo cobra particular importancia en lo que hacemos.

TODO COMIENZA CON UNA PERSONA

El proceso de discipulado comienza con una sola persona. Elegimos en oración a quien acompañaremos en el maravilloso viaje de caminar tomados de la mano del Señor Jesús.

Esta tarea la define el apóstol Pablo en el texto que hallamos en 1 Tesalonicenses 5:11. Léalo y compártanos sus apreciaciones:

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También el apóstol Pablo nos explica un propósito claro cuando discipulamos a alguien. Encontrará este valioso objetivo cuando estudie Colosenses 1:28. Escriba sus conclusiones:

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Permita que el Señor Jesucristo le muestre el creyente en el cual, en adelante, invertirá oraciones, esfuerzo y tiempo.

Para ayudarle en esta labor de suma importancia, compartimos con usted varios factores a considerar:

  • Considere al nuevo creyente como miembro de su familia y ocúpese de él o de ella (1 Tesalonicenses 5:8)
  • Procure llevar al nuevo creyente a un nuevo nivel espiritual con ayuda de Dios (1 Corintios 2:14)
  • Enséñele al nuevo creyente el principio de la sujeción a las autoridades eclesiales (Hebreos 13: 7, 17)
  • Cuídese de enseñarle al nuevo creyente teniendo en cuenta su género (Cf. Tito 2:3-5)
  • Tenga en cuenta la edad de las personas a las que está brindando acompañamiento.
  • Aproveche que, generalmente, los nuevos creyentes tienen disposición para ser moldeados en las enseñanzas de Cristo (Salmo 25:9; Proverbios 11:2; 1 Pedro 5:5).
  • Guarde un buen testimonio con la persona a la que discípula (Efesios 5:15)
  • Defina un tiempo específico para reunirse con el discípulo (Efesios 5:16)

Debemos estar comprometidos con una Cultura del Discipulado. Un empeño que compromete nuestro mejor esfuerzo y que rendirá frutos para el Reino de Dios.


EJERCICIOS PARA AFIANZAR LOS CONOCIMIENTOS


El aprendizaje se refuerza con el repaso. Revisar los conocimientos a la luz de nuevas lecturas. En esa dirección, tenemos unos ejercicios que le ayudarán a fortalecer los aspectos que hemos compartido en la presente Lección. Tómese el tiempo necesario para escudriñar las citas bíblicas y responder los interrogantes:

1.- ¿Cuál es el distintivo de los discípulos del Señor Jesús? Encontrará la respuesta en Juan 13: 34, 35:

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2.- A través de diversos ministerios y ministros, entre ellos quienes  asumen la tarea de discipular a los nuevos creyentes, se edifica la iglesia. Le invitamos a leer el pasaje de Efesios 4:11-16. Escriba sus conclusiones a continuación:

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3.- Si usted asumió el desafío de discipular, ¿qué papel juega en este compromiso la enseñanza de 1 Corintios 11:1?

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Lo esperamos en nuestra próxima Lección del Curso.

© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas.

 

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