Una visión panorámica del Antiguo Testamento (Lección 2)

Por un instante imagine que usted está en lo alto de una montaña. A diferencia de quienes se encuentran en la base, usted que llegó a la cima puede divisar todo alrededor en una visión que puede abarcar los 360 grados. Esa posición le ofrece muchas ventajas. Más de lo que pueda pensar, ya que avizora lo que para muchos pasa inadvertido.

Es lo mismo que ocurre cuando desarrollamos una visión panorámica del Antiguo Testamento.  Hoy aprenderemos aspectos relacionados con la historia del pueblo judío y su importancia dentro del contexto general de las Escrituras.

PANORAMA GENERAL DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Con frecuencia hallamos personas que, al abrir la Biblia, sienten desconcierto. Se preguntan: ¿Por dónde empezar? y, lo hacen, generalmente por el libro del Génesis.

No está mal si se tiene una comprensión del universo  general de las Escrituras, en especial del Antiguo Testamento. Si no es así, le asaltarán más interrogantes que respuestas, se llenará de lagunas y es probable que recién iniciada la lectura o a mitad de camino, desista y prefiera, en cambio, leer cualquier libro.

PANORAMA HISTÓRICO

Cuando abordamos el estudio del Antiguo Testamento, encontraremos múltiples facetas que van desde relatos históricos, pasando por la Ley proclamada por el Señor para orientar y regir las acciones de Su pueblo hasta la profecía, que anuncia eventos que tuvieron pronto cumplimiento y otros que apenas están por tener ocurrencia y, quizá, ya están ocurriendo.

ORÍGENES DEL PUEBLO JUDÍO

El pueblo judío se inicia con el patriarca Abram, llamado por Dios cuando éste residía en Mesopotamia entre los siglos XIX y XVIII a.C. Desde ese momento y en pasajes que están rodeados de historia y un proceso de formación permanente, pasan hasta Egipto, donde se multiplican. Fueron doblegados y esclavizados, ante el temor de Faraón de que se alzaran contra su dominio. En este lapso se les utiliza en la construcción de las ciudades de Pitom y Ramses.

Una vez liberados, por mano de Moisés, emprenden la posesión de Canaán, la tierra prometida. Ante la desorganización que se produce tras la muerte de Josué, el pueblo israelita pidió un rey, lo que ocurrió entre los siglos XIII al XI y de ser una organización teocrática pasaron a constituirse en monarquía.

El primer mandatario fue Saúl quien asumió aproximadamente en el año 1030 a.C. Le sucede en el trono David y posteriormente Salomón. Cuando muere éste y asume su hijo Roboam, en el año 929 a.C. se produce la división en dos reinos que permaneció hasta la caída de Samaria, la capital del reino del Norte –el reino de Israel—en el año 722 a.C.

Entre tanto Jerusalén, la capital del reino de Judá, se mantuvo en la generación de gobierno davídico hasta que fue derribado en 1587 a.C. cuando el rey Nabucodonosor llegó a la ciudad, la destruyó y llevó cautivos a sus habitantes hasta Babilonia.

DEL EXILIO AL REGRESO

Cuando llegaron los habitantes de Judá a las orillas del río Éufrates, deportados por el rey Nabucodonosor, reflexionaron acerca de los factores que les llevaron a enfrentar esa penosa situación. Algunos se afianzaron económicamente en  territorio babilónico. Se enriquecieron y fue en sus casas en donde hombres de Dios como el profeta Ezequiel los reunían para estudiar las Escrituras.

Paralelamente reunieron y reactualizaron los escritos proféticos y las tradiciones sagradas anteriores, bajo la guía de los sacerdotes.

Permítanos hacer un paréntesis aquí. Es para insertar una invitación a meditar en la importancia de un auto examen en todo creyente. En los períodos de crisis es necesario revisar en dónde hemos fallado y, con el poder de Dios, aplicar correctivo. Fue justamente lo que hicieron los israelitas durante el exilio en Babilonia.

En el año 538 a.C. cuando los persas vencieron a los neobabilónicos, llegó la liberación de los judíos. El rey Persa, Ciro, libertó a los judíos y a los demás pueblos que estaban cautivos bajo el gobierno de Nabucodonosor.

Pudieron regresar entonces a Jerusalén para reconstruir el templo y los muros de la ciudad. De esta manera entraron a formar parte del gran imperio Persa que prevaleció hasta el año 332 a.C. Ese año Alejandro Magno venció a los persas y fundó el Imperio Griego.

Tras su temprano deceso, en el año 323 a.C. el Imperio Heleno se dividió y sus sucesores fueron conocidos como los “Diadocos”. Sobresalían entre ellos los Ptolomeos, de Egipto, y los Seleucos, de Siria. Los judíos  estaban adscritos a la Diadoquía de los seléucidas de Siria, cuya capital era Antioquia. Sin embargo eran los Ptolomeos quienes regentaban Palestina (desde el 323 hasta el 198 a.C.)

El rey seléucida Antíoco Epífanes IV comenzó a helenizar a los judíos desatando a su vez persecuciones contra quienes reaccionaban desfavorablemente. Ellos no querían aceptar costumbres griegas ni los sacrificios de animales a sus dioses.

Comenzaron las guerras de los Macabeos, encabezadas por el líder judío Judas Macabeo, en el año 167 a.C. y concluyeron en el año 135 a.C., cuando su hermano, Simón el Macabeo, fue proclamado sumo sacerdote y soberano por la asamblea del pueblo.

La independencia judía lograda en el año 135 a.C. duró hasta el año 63 a.C, cuando  el general romano Pompeyo, conquistó a Jerusalén. Durante ese período sobresalió una monarquía sacerdotal. Se le conoce también como el período de los “asmoneos”, o “piadosos”. Jerusalén fue anexada a la provincia romana de Siria.

Es probable que te preguntes: “¿Y para qué tanta historia?”. Es comprensible que quieras integrarte ya mismo al estudio de los diferentes libros del Antiguo Testamento, sin embargo, es esencial que conozcas algo de historia para que te hagas a un panorama más claro de lo que ocurría en cada etapa de la formación del pueblo de Dios.

SÍNTESIS DE LOS PERIODOS IMPORTANTES DE LA HISTORIA

Desde el momento en que Dios crea al hombre y lo establece, inicialmente en el Jardín de Edén y posteriormente—a raíz de su pecado—en la tierra (Génesis 1-11), pasando por el llamamiento de Abram (Génesis 12) hasta llegar a los umbrales de la venida de Jesús, el Hijo de Dios, el pueblo israelita atravesó por una serie de etapas de mucha significación en su historia que explican buena parte de sus avances, retrocesos y estancamientos.

No cabe dura que evolucionaron. Este proceso estuvo estrechamente ligado a la comprensión que tenían de Dios y a la necesidad de caminar delante de Su presencia obedeciendo las Leyes y principios que Él les había transmitido, inicialmente en el monte Sinaí y después, a través de los profetas.

Para tener una mayor comprensión acerca de la evolución que tuvo el pueblo de Dios, estudiaremos un cuadro que sintetiza cada uno de los períodos por los que atravesaron. Inicia en los albores de la humanidad cuando las cosas ni siquiera tenían nombre debido a que recién habían sido creadas por Dios y se prolonga  hasta la etapa en la que Grecia y Roma ejercen una poderosa influencia en los israelitas.

A continuación te invito para que revisemos el esquema:

©Cuadro: Instituto Bíblico Ministerial

Pasemos a continuación a otro segmento de suma importancia en el estudio que estamos desarrollando sobre el Antiguo Testamento:

CENTRO DEL MENSAJE DEL ANTIGUO TESTAMENTO

El centro del mensaje en el Antiguo Testamento se orienta a dos aspectos relevantes. El primero, el ________________________ y, el segundo, el anuncio de la ______________. No obstante aquellos a quienes estaban dirigidas las instrucciones y advertencias, se mostraron reacios y salvo contados períodos de cercanía con su Creador, estuvieron muy atentos a las prácticas paganas de los pueblos que les rodeaban.

¿Por qué razón? Para atender este interrogante, es necesario reconocer que el pueblo que Dios formó, y cuya historia se registra el Antiguo Testamento, no conservó siempre su identidad y por el contrario, recibió una fuerte influencia de todas  las naciones.

Bien fuera por el trato cotidiano con los extranjeros o porque su inclinación pecaminosa y distanciada de Dios, los llevara a hacerlo, asimilaron culturas, esquemas de gobierno y prácticas religiosas de los pueblos paganos.

Éste hecho determinó los permanentes altibajos que observamos en su devenir histórico: unas veces estaban muy bien en su relación con el Señor, sujetos a sus leyes y enseñanzas, y poco después los sorprendemos doblegados a los valores y principios del paganismo, atemperados a los exabruptos que cometían, de tal manera que les parecían normales y hasta deseables.

La influencia que ejercieron sobre los hebreos quienes les rodeaban así como Egipto y Babilonia cuando estuvieron en esos territorios experimentando el destierro, se vio reflejada en su comportamiento para con Dios, con ellos mismos y con sus semejantes.

Para graficar este aspecto de suma importancia, lo invito para que observe cuidadosamente el siguiente cuadro:

©Cuadro: Instituto Bíblico Ministerial

Es fácil verlo desde la perspectiva de Israel. Descubrir que fallaron por su inclinación a la mundanalidad y a desechar lo que aprendieron de Dios para asumir los antivalores morales, culturales y religiosos de aquellos que no aman a Dios. Al revisar la historia es necesario que, en el ámbito personal y como alguien que se está formando ministerialmente, te preguntes, ¿Hay todavía en mi vida principios del mundo que prevalecen?¿He asumido prácticas de aquellos que no tienen a Dios en su vida?¿Cuáles son los aspectos de mis pensamientos y actitudes que debo cambiar.

Una vez hecha esta auto reflexión, que forma parte del proceso de formación, vemos algo acerca del panorama histórico que rodea el Antiguo Testamento:

EL  ANTIGUO TESTAMENTO PARA LOS JUDÍOS

Cuando estudiamos el Antiguo Testamento, es necesario que comprendamos inicialmente que tal como lo concebían los judíos, se integraba por:

1.- ____________________

2.- ____________________

3.- ____________________

Esta clasificación era avalada incluso por el Señor Jesús, tal como leemos en el Evangelio de Lucas, capítulo 24, versículos del 36 al 44.

El pasaje al que hago referencia relata que tras la resurrección, apareció a sus seguidores. Ellos se asustaron y aterrorizaron pensando que estaban viendo un fantasma. El Maestro les explicó que no era así.

“Le dieron un pedazo de pescado asado. Jesús tomó el pescado y lo comió delante de ellos. Luego les dijo: –esto es lo que les había anunciado cuando todavía estaba con ustedes: que todo lo que está escrito sobre mí en la Ley de Moisés, los libros de los profetas y en los Salmos tiene que cumplirse” (Lucas 24:42-44. Versión La Biblia, la Palabra de Dios para todos).

Una forma gráfica de ilustrar la división tal como la definían los judíos hasta la época del Señor Jesús es la siguiente:

©Cuadro: Instituto Bíblico “Discípulos de Jesús”

Algunos eruditos bíblicos coinciden en asegurar que textos como los contenidos en  Números 24:14 y Josué 10:13, se introdujeron en el canon sin que formaran parte de la Biblia.

Por hoy, basta con esta Lección. Hemos recibido muchos conocimientos. La tarea ahora es revisar todos los puntos aprendidos. Es importante que, si no los podemos memorizar, podamos llegar a un buen nivel de comprensión. Nos permitirá avanzar de una manera práctica hacia las próximas Lecciones.

EJERCICIOS PARA DESARROLLAR EN LA SEMANA

En tanto nos volvemos a reunir para tomar la próxima Lección, le invitamos a desarrollar los siguientes ejercicios con base en las Escrituras:

1.- ¿Cuál fue la posición del Señor Jesús respecto a los libros del Antiguo Testamento?¿Los validó? Encontrará la respuesta en Lucas 24:36-44:

______________________________________________________________

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2.- ¿Cuántas veces ha leído o al menos intentado leer el Antiguo Testamento? Nos gustaría conocer su respuesta:

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RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro. 2

A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

Centro del mensaje del antiguo testamento

• Amor y cuidado de Dios por sus hijos
• Salvación

El  Antiguo Testamento para los judíos

1.- La Ley

2.- Los Profetas

3.- Los Escritos Sagrados.

© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas.