Cuando todo concluya, nuestra morada eterna estará totalmente renovada conforme al propósito que ha tenido Dios desde siempre. Así lo describe el apóstol Juan: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.” (Apocalipsis 21:1| RV 60)
Dios intervendrá de manera sobrenatural para acabar con toda sombra de pecado. Cuando haya concluido su tarea, creará de nuevo todas las cosas. Nada será igual (Apocalipsis 21:5)
Este nuevo escenario ya había sido profetizado desde la antigüedad:
Porque he aquí yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.”(Isaías 65:17)
Y también leemos:
Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre.” (Isaías 66:22)
El apóstol Pedro animó a los creyentes con esta expectativa:
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser desechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán desechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán. Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.” (2 Pedro 3:10-13)
A continuación, busque en la Biblia el pasaje de Juan 14: 2, 3. ¿Qué anunció el Señor Jesús que haría al partir? Escriba a continuación sus conclusiones:
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El reloj profético sigue avanzando y en las Escrituras encontramos que…
- Debemos perseverar hasta el fin (Mateo 24:13)
- Debemos crecer en el Señor, siempre (1 Corintios 15:58)
- No descuidar una salvación tan grande (Hebreos 2:1-3)
- Esforzarnos porque Dios nos halle sin mancha (2 Pedro 3:14)
- Esperar su pronto regreso (Apocalipsis 22: 7, 12, 20)
La decisión de ser salvos en un período tan difícil como el que atraviesa la humanidad es de cada persona. Igual, el perseverar en la fe. Y si usted se está preparando para servir a Jesucristo en Su obra, prepárese porque es posible que el camino no sea fácil, pero tenga la firme certeza de que, prendidos de Su poderosa mano, tenemos asegurada la victoria.
Fernando Alexis Jiménez
Instituto Bíblico Ministerial
Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)