La Consejería Pastoral a diferencia de otras disciplinas como la psicología o tal vez la terapia que toman elementos de la ciencia, depende de Dios cuando se trata de abordar los problemas que enfrenta una persona y, de otra parte, la fundamentación bíblica al brindar alguna orientación.
El Curso que emprende hoy, resultará apasionante. Le abrirá las puertas a conocimientos que serán muy útiles a nivel personal, pero también, en el desenvolvimiento ministerial.
Cuando permitimos que en nuestro mundo interior obre el Dios de poder que nos creó y conoce todos nuestros vacíos, necesidades, expectativas, temores y tantas otras complejidades que rodea al ser humano, se puede materializar aquello que escribió el profeta:
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres, y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.»(Ezequiel 36:26-28| RV 60)
¡Necesitamos esa transformación divina! Es el único camino para tener paz interior y, de la mano con esa paz, una buena relación con Dios, con nosotros mismos y con las personas que nos rodean.
EL MUNDO ENTERO NECESITA ACONSEJAMIENTO
Basta que mire alrededor. Comprobará que no una ni dos sino millares de personas, necesitan se aconsejados.
Las razones son muchas: seres valiosos a su alrededor atravesando crisis depresivas, matrimonios en conflicto que se encuentran a las puertas del divorcio, hijos que mantienen diferencias con sus padres y desencadenan un ambiente tenso en el hogar, sin contar con la situación de hermanos que mantienen pugnas y rivalidades que tornan insostenible una relación. Los ejemplos podrían ocupar páginas enteras si nos diéramos a la tarea de detallar los casos.
Aun cuando parezca fácil, la tarea que usted deberá emprender es muy compleja. Demanda preparación, dependencia del Señor a quien servimos, dedicación y perseverancia. Aconsejar es a la vez una ciencia y un arte. Se perfecciona en la medida en que la ejercemos y tomamos experiencia con fundamento en las personas con las que tratamos.
Sume a lo anterior, que un buen servicio de acompañamiento para identificar y superar los problemas emocionales de una persona, resulta costoso e infinidad de personas no pueden asumir los honorarios de un profesional secular.
Es allí cuando usted, como hombre o mujer de Dios al servicio de la obra de Jesucristo entra a jugar un papel de suma importancia.
EXPERIMENTAR UNA VIDA PLENA
Con las herramientas que le brindaremos, podrá abordar casos de culpabilidad, vacíos emocionales, amargura, sensación de derrota e insuficiencia para salir adelante, preocupaciones y el sinnúmero de desórdenes que consumen a un individuo –creyente o no– a nivel psíquico, espiritual y físico y pidiendo que logren su plena realización, tal como Dios lo concibió desde antes de crear el universo.
Bien dijo nuestro amado Salvador Jesucristo: «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.»(Juan 1: 10 | RV 60)
Como sus discípulos, no vamos a permitir que el enemigo nos mantenga atados ni tampoco a las personas que fueron libertadas por Cristo en la cruz y están llamadas a experimentar una existencia plena.
Durante el proceso, le explicaremos a los aconsejados que la raíz de sus problemas estriba en el pecado, que Cristo nos perdonó con su obra redentora en la cruz y que, tenemos delante, las páginas en blanco de capítulos enteros por escribirse. Una vida renovada, viviendo conforme a los propósitos del Padre celestial.
Es cierto, la Consejería Pastoral que es el eje central de este Curso que preparamos desde el Instituto Bíblico Ministerial, deja casi sentada la idea de que sólo ejerceremos esta tarea quienes hemos sido llamados al ministerio a tiempo completo o bajo la modalidad bi vocacional. Pero no es así. El modelo bíblico que presentamos, abre la posibilidad de que sumemos a esta labor a quienes, siendo líderes, estén dispuestos a comprometerse en la atención y orientación a quienes lo necesitan. Esto es algo imperativo: equipar miembros de la congregación que nos ayuden, así como Moisés tuvo un equipo de personas en quienes delegó tareas (Lea Éxodo 18:13-27)
Nos asisten, en adelante, dos responsabilidades:
- Preparar personas idóneas, que sientan el llamado a aconsejar bíblicamente.
- Ofrecerles las herramientas que necesiten para desarrollar una excelente labor.
No está por demás anotar que tendremos en cuenta los avances de la psicología, pero sin traicionar los principios de la Biblia que constituyen el eje alrededor del cual nos movemos. Sólo así podremos encarar con seriedad y realismo los problemas de las personas a las que brindamos acompañamiento.
Así las cosas, solo nos resta decirles ¡Bienvenidos! Oramos a Dios que este material sea útil y edificante para sus vidas y ministerio.
Ps. Fernando Alexis Jiménez – Lic. Teol.
Director – Instituto Bíblico Ministerial
Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)