Nuestro Señor Jesucristo juega el papel más relevante en el plan de salvación de Dios para la humanidad. Durante su tránsito terrenal lo hizo en su condición de cien por ciento hombre, pero, al mismo tiempo, cien por ciento Dios. No obstante que hay abundante fundamentación bíblica, muchas organizaciones denominacionales—que amañan la interpretación de las Escrituras–, se empecinan en negar la divinidad de Jesús.
Como comunidad de creyentes, en la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia) profesamos que Jesús es el Hijo eterno de Dios quien vino a la tierra en forma humana para traernos salvación. Antes de su nacimiento, el existió desde la eternidad como el Verbo de Dios, a través del cual el mundo fue creado. En esencia, conforme lo aprendemos en la Biblia, Jesús es Dios.
¿POR QUÉ AFIRMAMOS QUE JESÚS ES DIOS?
Infinidad de personas se confunden. Al referirse a Jesús como el Hijo de Dios, lo categorizan en una posición inferior. ¿De dónde proviene el equívoco? De pasar por alto lo que dicen las Escrituras: Dios es uno (Deuteronomio 6:4; 2 Samuel 7:22; 1 Reyes 8:60; Salmos 18:31; 86:10; Isaías 44:6,8; 45:21; Oseas 13:4; Joel 2:27; Zacarías 14:9; Marcos 12:29-34; Juan 14:8-10)
Le invitamos a considerar el pasaje de Juan 1:1, 14. Medite cuidadosamente en su contenido. ¿Qué aprendió? Explique a continuación:
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Nuestro amado Salvador Jesucristo, Dios hecho hombre, ha existido desde siempre. Tome nota de lo que enseña Juan 1:3, y también Colosenses 1:16, 17, y escriba sus conclusiones:
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La Biblia es clara cuando nos enseña sobre la naturaleza divina de nuestro amado Señor Jesús. Él fue la expresión del amor de Dios por una humanidad perdida en el pecado (Cf. Isaías 7:14; Mateo 1:23). Él dejó su posición y se hizo hombre para libertarnos del pecado y darnos una nueva y maravillosa oportunidad de vida.
DIOS SE HIZO HOMBRE PARA HACERNOS LIBRES
Puede que no solo lo haya leído sino, también, escuchado infinidad de veces: Somos libres por la redención de Jesús en la cruz. Se ha repetido tantas veces en nuestro entorno, que no alcanzamos a dimensionar lo que ocurrió.
Significa que, aun cuando sus pecados lo hacían merecedor de la condenación eterna, cada gota de sangre vertida por Jesucristo en la cruz, cambió el curso de su destino. Si acepta esa obra maravillosa, estará con Él en la eternidad. Fue por gracia, no por merecimiento.
Le invitamos a leer los siguientes textos bíblicos: Isaías 53:2-6 y Filipenses 2:6-8. ¿Qué enseñan las Escrituras respecto a la obra redentora del Señor Jesús? Escriba su apreciación:
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Ya la obra se hizo. La libertad está a su disposición. Él no lo obliga, la decisión es suya. Ahora bien, ¿qué significó el que nuestro Salvador Jesús se sometiera a la muerta de cruz? La respuesta está en Juan 14:4, 5. Escríbala a continuación:
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Como sus seguidores, usted y yo estaremos con Jesús en la gloria. Así lo aprendemos en Mateo 19:28. Cabe anotar aquí que, si bien es cierto, la salvación fue un acto de amor y de gracia de Dios, por amor a Él, debemos caminar en consonancia con Sus mandamientos. Crecer cada día en la vida de fe, experimentando la realización plena que Él desea para nosotros.
EL SEÑOR JESÚS CUMPLIÓ UNA MISIÓN
Morir en la cruz fue un sacrificio muy grande. No obstante, era necesario. Al hacerlo, nuestro amado Dios y Salvador Jesucristo, estaba cumpliendo una misión de la que hablan las Escrituras:
- El Señor Jesús vino a salvar a la humanidad en pecado (Mateo 1:21)
- Desde la eternidad, en el plan de Dios estaba nuestra salvación (1 Timoteo 1:15)
- El Señor Jesús vino a salvar a quienes estaban perdidos (Lucas 19:10)
- Para salvarnos, Jesús se hizo semejante a nosotros en nuestra naturaleza humana (Hebreos 2:17)
- El Señor Jesús fue tentado en todo, pero sin pecado (Hebreos 4:14-15)
Un texto que nos ayuda a entender la obra de redención, se encuentra en Romanos 8:3. Léalo y escriba sus conclusiones:
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EL MINISTERIO DE DIOS EN LA TIERRA PRODUJO TRANSFORMACIÓN
El ministerio terrenal de nuestro amado Salvador Jesucristo, produjo transformación. Los perdidos recibieron salvación, los endemoniados eran libres de sus ataduras, los enfermos recibían salvación, y aquellos que anhelaban una nueva vida, recibieron la dirección apropiada de Jesús, nuestro amado Salvador: Dios hecho hombre.
Por favor, lea los pasajes bíblicos de Mateo 9:35; 11:15. Describa a continuación, qué enseñanza recibió en estos textos:
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Hay una selección de las Escrituras que hacen referencia al ministerio del Señor Jesús. Si dispone de tiempo, le aconsejo que la consulte. Puedo asegurarle que enriquecerá su vida espiritual: Mateo 4:23; 5:1 por 7:28; 8:28-32; 9:35-36; 14:13-20; 15:29-39; Lucas 2:21-24;39-52; 4:41; 5:12-13; 7:11-17, 36-48; Juan 8:4-43.
Por supuesto, las autoridades religiosas de la época no solamente no entendieron la obra redentora de Jesús, sino que la cuestionaron y llegaron al punto de condenarlo a morir en la cruz, como aprendemos en los siguientes pasajes: Mateo 26:59-60; 27:37; Lucas 23:1-22; Juan 19:1-6; Isaías 53:1-12.
EL SEÑOR JESÚS SE ENCUENTRA AHORA EN EL CIELO
Confesamos que el Señor Jesús regresará por su pueblo. Entre tanto, ¿dónde se encuentra? Se encuentra en el cielo (Lucas 24:51). Le animamos a leer los pasajes Escriturales de Marcos 16:19 y Efesios 1:20-22. Allí descubrirá algo significativo en cuando a nuestro Salvador Jesucristo. Escríbalo:
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¿Qué prometió el Señor Jesús a sus seguidores? Encontrará la respuesta en Juan 14:2, 3y Hechos 1:10, 11. Escriba su apreciación en las siguientes líneas:
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Es maravilloso saber que Dios se preocupa de nuestra Salvación. Ya hizo la obra en la cruz y espera que recibamos ese regalo que nos liberta del pecado y sus consecuencias, y nos abre las puertas a una existencia renovada. Vivir plenamente, como es Su deseo para nosotros, permitirá que también impactemos a todos los componentes de nuestra familia, y a las personas a nuestro alrededor. ¡Dele la gloria a Dios por su regalo inmerecido! Hágalo hoy y siempre, porque merece toda la honra y la gloria.
© Fernando Alexis Jiménez – Facilitador del Instituto Bíblico Ministerial de la Iglesia Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)
