Libros de los Profetas Menores (Lección 7)


Los Profetas Menores nos muestran mucho acerca de tener paz en los tiempos en los que vivimos. Al igual que Habacuc, preguntamos «¿Cómo puede suceder esto?» o «¿Pueden empeorar las cosas?» «¿Por qué el mal queda impune?» Diariamente vemos las amenazas, guerras, hambrunas, desastres naturales y colapsos financieros.

Los Profetas Menores ocupan un lugar relevante en las Escrituras del Antiguo Testamento. Son en conjunto 12 escritores que desarrollaron su ministerio en épocas distintas, pero coincidieron en un elemento: el cumplimiento perfecto del plan de Dios. Por supuesto, su mensaje no era agradable, pero produjo impacto en quienes lo oyeron y leyeron.

Sus nombres son:

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Se les conoce como menores porque son menos extensos que los profetas mayores, y no menos importantes. Un dato curioso: Abdías, el libro más corto de la Biblia, tiene solo 21 versículos y menos de 600 palabras.

CONTENIDO GENERAL

Los libros de los Profetas Menores abundan en profecía mesiánica, expresiones del amor de Dios por todas las personas y su llamamiento a vidas de amor y fidelidad. También promueven el arrepentimiento entre el pueblo de Dios y otros pueblos, se refieren a las ofensas contra el Señor, el pacto de Dios con los israelitas y las consecuencias de no arrepentirse del pecado.

Su estilo escritural representa, en sumatoria, excelentes ejemplos para todos nosotros de que no se necesita decir mucho, pero hace falta decir algo. Debemos llevar a cabo la misión profética de comunicar la Palabra de Dios de maneras nuevas e innovadoras, incluso si no decimos mucho como Abdías.

Cristo es el profeta más grande. Cada uno de nosotros también participamos en la misión profética de Cristo.   

Con el texto de Oseas comienza la serie de los doce Profetas Menores. Y la invitación es que al menos lean uno de los libros para tener una comprensión de la visión que tenían para su tiempo y para épocas futuras, en la gran mayoría de los casos.

ORIGEN Y MINISTERIO DE LOS PROFETAS MENORES

Los Profetas Menores de la Biblia fueron, en su mayor parte, eran personas comunes y corrientes. Sin embargo, Dios llamó a cada uno de ellos para que transmitieran sus mensajes.

El ministerio que desarrollaron fue significativo para las regiones específicas de los reinos del norte o del sur de Israel en ese momento. Su mensaje continúa vivo y, gran parte de lo que profetizaron, tuvo cumplimiento en el momento oportuno.

Los profetas menores representan la quinta y última sección de los libros del Antiguo Testamento.

Recordemos, de nuevo, que estos libros proporcionan mensajes que contienen promesas, garantías y advertencias sobre la desobediencia a Dios. Además, la compilación de estos libros nos habla del Mesías venidero y el Nuevo Pacto que Él traería.

SÍNTESIS DE LOS PROFETAS MENORES

1.- Oseas. El libro de Oseas es el primero de los profetas menores. Nos muestra su vida y de la disposición de Dios para perdonar y de su amor por aquellos que lo siguen. Dios le dijo a Oseas que se casara con Gomer, una mujer adúltera. Oseas obedeció, se casó con ella y tuvieron 3 hijos. Sin embargo, con el tiempo Gomer se convirtió en la concubina de otro hombre. Dios le dijo a Oseas que la redimiera, que la amara y la perdonara. La historia de Oseas refleja la voluntad de Dios de perdonar a Israel que con frecuencia caía en la adoración de ídolos y el adulterio espiritual.

2.- Joel. En el texto de este profeta encontramos una advertencia clara sobre el juicio de Dios. Su libro habla de desastres naturales y una devastadora plaga de langostas. El propósito de su profecía es llamar a la nación al arrepentimiento y animar a los justos con la promesa de un consolador; esa promesa era que vendría el Espíritu Santo y podemos ver su cumplimiento en el libro de Hechos. Dos lecciones vistas en Joel son para advertir del juicio de Dios a las naciones impías y que Él bendecirá a los que permanecen fieles. Un versículo clave está en Joel 2:32, «Y todos los que invoquen el nombre del Señor serán salvos …»

3.- Amos. El propósito del libro de Amós era anunciar el juicio santo de Dios sobre el Reino de Israel (el Reino del Norte), llamarlos al arrepentimiento y a que se apartaran de sus pecados e idolatría. Dios levantó al profeta Amós, como un acto de su gran misericordia hacia un pueblo que repetidamente lo rechazó y lo desobedeció.

4.- Abdías. El libro de Abdías es un libro de oráculos proféticos. Los personajes clave son los edomitas. El propósito de Abdías es mostrar que Dios juzgará y se vengara de todos aquellos que están en contra de sus hijos, su pueblo elegido; Edom se usa como el ejemplo de esta verdad. Es el más corto de los profetas menores. Contiene solo un capítulo (el libro más corto del Antiguo Testamento), pero habla del juicio poderoso y autoritario de Dios sobre la nación de Edom. Este fue el fatídico final de la nación de Edom, una nación en conflicto con Israel desde la antigüedad. Es importante recordad que Edom es descendiente de Esaú, el hermano de Jacob.

5.- Jonás. Relata una historia narrativa a la vez que oráculo profético. El profeta Jonás lo escribió aproximadamente entre el 785-760 a.C. antes de que Asiria conquistara el reino del norte de Israel. El propósito de este libro es mostrar que Dios es un Dios misericordioso y bueno. Con su pueblo y con la gente que no es de su pueblo. Podemos ver como Dios escogió al profeta Jonás, a pesar de su rebeldía y su corazón amargado, para traer salvación a una nación pagana.

6.- Miqueas. El libro de Miqueas es un carácter profético. El profeta Miqueas lo escribió 742-686 a. C. poco antes de la caída del Reino del Norte en 722 a. C. Este profeta menor se dirige a todas las personas de Samaria y Jerusalén. Su propósito era proclamar advertencia y juicio a los reinos del norte y del sur. Su mensaje fue similar al de Isaías y fue escrito aproximadamente al mismo tiempo. Miqueas describió el juicio inminente que eventualmente llevaría al exilio a la nación.

7.- Nahum. El autor lo escribió aproximadamente 663-612 a.C. justo antes de la caída de Nínive en 612 a.C. Nahum fue escogido para predicar el juicio de Dios por segunda vez a Nínive. Jonás fue el primero unos 120 años antes. El propósito de este profeta menor fue pronunciar la advertencia final y el juicio sobre Nínive, a la vez que también se dirige al resto del imperio asirio. Nínive volvió a sus caminos perversos poco después de las advertencias de Jonás. Nínive ignoro el mensaje de Nahum y al cabo de unos cincuenta años, Nínive fue completamente diezmada y borrada de la faz de la Tierra.

8.- Habacuc. El construye historia narrativa y en parte profecía. Habacuc lo escribió aproximadamente 612-589 a.C. justo antes de la caída de Judá en el Reino del Sur. Como es el caso de muchos otros profetas menores, Habacuc es un libro corto.  La información que contiene es vital, ya que anuncia el mensaje de Dios a su pueblo. Su propósito era que Habacuc anunciara un mensaje de juicio, ya familiar a la nación de Judá. Habacuc identifico la maldad y el pecado de Judá frente a ellos, y les declaró que Dios es la «Roca» (1: 2) y que serían juzgados.

9.- Sofonías. Fue escrito alrededor del año 630 a. C. muy cerca de la caída de Judá en el Reino del Sur. El propósito de este libro era proclamar una advertencia de juicio venidero y alentar al arrepentimiento. El Reino del Sur se deleitaba en su vida malvada. No solo sufrieron bajo sus propios reyes malvados, sino que también sufrirían bajo el santo juicio de Dios. Sofonías fue el método usado por Dios al dar una severa advertencia del día del Señor «Cerca está el gran día del Señor … día de ira es aquel día» (Sofonías 1:14-15). Finaliza con un mensaje de esperanza, en cuanto a la restauración de la nación.

10.- Hageo. Se encuentra entre los libros fechados con más cuidado y precisión en toda la Biblia aproximadamente el 520 a. C. Es el primer profeta menos post exilio, lo que significa que fue escrito después (post) del cautiverio (exilio) en Babilonia. Las personalidades clave son Hageo, Zorobabel y Josué. El propósito de este libro fue alentar a la gente a terminar la construcción del templo en Jerusalén. La construcción había cesado debido a la oposición y a los países vecinos, y los judíos estaban atemorizados.

11.- Zacarías. Se trata de una historia narrativa, profética y apocalíptica. Es un libro posterior al exilio. El profeta Zacarías escribió los capítulos 1-8 aproximadamente 520-518 a.C. (Antes de que se completara el templo), y luego escribió los capítulos 9-14 aproximadamente 480 a.C. (Después de que se complete el templo). Las personalidades clave son Zacarías, Zorobabel y Josué. Así que en parte es contemporáneo con Hageo. El libro pretende alentar al remanente, que había regresado recientemente del exilio. Su fe en Dios era débil y no estaban animados para construir el templo. Necesitaban aprender y conformarse a la ley de Dios nuevamente.

12.- Malaquías. Es el último libro del Antiguo Testamento y el último de los profetas menores. Este libro fue escrito unos 100 años después del regreso del exilio y el pueblo estaba buscando las bendiciones que esperaban recibir cuando regresaran. Aunque el templo ya había sido reconstruido, el fervor de los primeros israelitas que regresaron dio paso a una profunda apatía por las cosas de Dios. Esto condujo a una corrupción desenfrenada entre los sacerdotes y un letargo espiritual entre la gente. Malaquías llegó en un momento en que la gente luchaba por creer que Dios los amaba (Malaquías 1: 2). La gente se centró en sus circunstancias desafortunadas y se negó a ver sus propios actos pecaminosos. Fue ahí cuando Dios les mostró a través de Malaquías, que habían incumplido su pacto con Él. Si ellos querían ver cambios, necesitaban tomar responsabilidad sobre sus acciones.

CONCLUSIONES

Vale la pena llegar a unas conclusiones que giran en torno a que cada uno de estos libros tiene un mensaje específico para una parte o partes del pueblo de Dios, el trasfondo es la misma advertencia por la desobediencia y juicio de Dios sobre ellos. Muchas de estos profetas menores fueron contemporáneos y nos relatan esta parte tan oscura de la historia de Israel.

Podemos ver en estos libros que Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y llevarnos de vuelta a él, pero también podemos aprender que separados de él tenemos una tendencia espantosa a vivir vidas desastrosas.

Los Profetas Menores nos muestran mucho acerca de tener paz en los tiempos en los que vivimos. Al igual que Habacuc, preguntamos «¿Cómo puede suceder esto?» o «¿Pueden empeorar las cosas?» «¿Por qué el mal queda impune?» Diariamente vemos las amenazas, guerras, hambrunas, desastres naturales y colapsos financieros.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN 7:


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

1.- Oseas

2.- Joel

3.- Amós

4.- Abdías

5.- Jonás

6.- Miqueas

7.- Nahum

8.- Habacuc

9.- Sofonías

10.- Hageo

11.- Zacarías

12.- Malaquías


© Fernando Alexis Jiménez – Facilitador del Instituto Bíblico Ministerial – Misión Edificando Familias Sólidas


 

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