La tarea de liderar eficazmente y conforme a la voluntad de Dios en vida familiar compromete, inicialmente, a los cónyuges y en segundo lugar, a los hijos. Todos debemos concurrir en ese compromiso que debe alimentarse cada día.
Sobre esa base, cuando surgen dificultades al interior del hogar de quienes se están preparando para servir en la obra de Dios, los componentes de la pareja deben dialogar de cara a resolver los problemas. En el proceso se debe involucrar a Dios quien nos guía en el camino apropiado.
Edificar una familia sólida no es algo que se logre de la noche a la mañana. Es un proceso en el que aprendemos a darle prioridad a la vida como pareja y con nuestros retoños, los hijos.
En ese viaje maravilloso descubrimos que el hogar está por encima del trabajo y de la obra cuando, por ocuparnos demasiado en ella, dejamos de lado nuestra vida familiar. Tenga presente que de poco nos servirá desgastarnos en la oficina o en el lugar en el que nos desenvolvemos laboralmente, si al final de la jornada no tenemos con quién compartir todo lo que ganamos.
En la agenda diaria hay dos puntos que deben ser prioritarios:
- La relación con Dios
- La relación con la familia.
Comparto con usted algunas recomendaciones finales en el maravilloso proceso que está viviendo a nivel familiar:
1.- Ayude a materializar los ____________ de su familia.
2.- No alimente _______________.
3.- Esfuércese en ____________ a sus hijos
4.- Dispóngase a corregir los _____________.
5.- Aproveche bien el ____________ con su familia.
DIOS QUIERE AYUDARLE EN EL PROCESO
Es probable que como alguien en proceso de formación para servir a Dios en Su obra haya cometido errores en el pasado. Probablemente muchos. Al evaluar el tiempo transcurrido en familia, descubre que hay una sucesión de afectaciones a su cónyuge y a sus hijos que desencadenaron crisis.
¿Qué debemos hacer? Disponernos a cambiar. Asirnos de la mano de Dios en todo el proceso, y no darnos por vencidos.
El autor cristiano, Bob Buford, aconseja:
Ya que usted no puede retroceder y deshacer los errores que cometió en el pasado, tiene dos opciones reales: la primera, incidir en sus hijos y dejarse arrastrar por el dolor de los efectos que su comportamiento negativo tuvo en la familia, o puede mirar los errores desde la óptica de la gracia, es decir, la nueva oportunidad que Dios le ofrece para corregir. Puede aceptar los errores como señales conmovedoras de las cuales puede aprender algo valioso para el futuro. Recuerde que el futuro no es para que usted se torture por lo que lo hizo, sino para aceptar sus fracasos y reconocer que Dios le ofrece una nueva oportunidad para cambiar y corregir los errores.”(Bon Buford. “Medio tiempo”. Editorial Vida. 2005. EE.UU. Pg. 65)
El amado Padre nos brinda siempre una nueva oportunidad. En su infinita misericordia nos abre las puertas para edificar a partir de las ruinas en las que posiblemente se ha convertido nuestra familia.
Ahora, sólo todo esto será posible si tenemos en cuenta un pasaje Escritural que ha sido transversal en todas enseñanzas de este libro: permitir que Dios ocupe el primer lugar en nuestra familia.
Jamás olvide lo que nos enseña nuestro amado Dios a través del rey David:
Si el Señor no construye la casa, de nada sirve que trabajen los constructores; si el Señor no protege la ciudad, de nada sirve que vigilen los centinelas. De nada sirve trabajar de sol a sol y comer un pan ganado con dolor, cuando Dios lo da a sus amigos mientras duermen.” (Salmo 127:1, 2. Versión Dios habla hoy)
Una familia sólida se edifica concediéndole a Dios el primer lugar, y a renglón seguido, disponiendo nuestro corazón para que Él nos permita identificar errores y corregirlos.
No estamos solos. Dios, quien instituyó la familia, quiere ayudarnos en cada nuevo paso.
UN AGRADECIMIENTO FINAL
Si nos ha acompañado en todo el CURSO DE LIDERAZGO FAMILIAR, no me queda más que darle las gracias. Sin duda lo hizo bajo el convencimiento de que afianzar la familia es una meta posible que le llevará a desarrollar con altos estándares de calidad su servicio a Dios.
Mi oración es que Dios utilice las pautas que compartí con usted para que su hogar se fortalezca cada vez más y podamos, juntos como familia, caminar de la mano con el Señor Jesús y estar en Su Presencia cuando termine nuestro tránsito terrenal.
¡Dios lo bendiga rica y abundantemente, y a también a su familia!
Fernando Alexis Jiménez
Instituto Bíblico Ministerial
Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia – 2019)
RESPUESTAS A LA CONCLUSIÓN
A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:
1.- Sueños
2.- Disgustos
3.- Edificar
4.- Errores
5.- Tiempo
© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)