Un aspecto sobre el que debemos coincidir, es que no todos los seres sobrenaturales son benignos. A menos que estemos caminando con Dios, tendremos el pensamiento embotado y careceremos del discernimiento necesario para conocer a ciencia cierta cuál es la dimensión angelical al servicio de Dios, y cuál es la que opera en la dimensión de la mundanalidad.
Ahora, las estrategias a las que acuden Satanás y sus huestes son muy bajas. En conjunto buscan la destrucción del género humano, que es de tal manera preciada por el Padre celestial, que envió a su Hijo Jesús para traernos libertad, perdón de pecados, una nueva oportunidad de vida, la certeza de la salvación y la vida eterna.
Gracias a la obra redentora de nuestro amado Dios y Salvador en el calvario, tenemos autoridad. Lea por favor Colosenses 2: 15 y compártanos sus apreciaciones:
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Si bien es cierto nos movemos en una dimensión física, sobre la cual ejecutan acciones los ángeles al servicio de Dios, pero también los que están a las órdenes de Satanás, alrededor lo que se libra es una auténtica guerra espiritual.
¿Qué debemos hacer? Tomar en cuenta la recomendación del apóstol Juan:
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.” (1 Juan 4: 1 | RV 60)
De la mano con nuestro Señor Jesucristo podemos mantener una actitud alerta frente a lo que está ocurriendo alrededor, y no dejarnos arrastrar, especialmente por los pensamientos y tentaciones.
LA MENTE, UN CAMPO DE BATALLA
Uno de los espacios en donde se libran las más grandes batallas, justo porque allí concentra sus ataques el enemigo, es la mente. Cuando leemos Génesis 3, encontramos que la caída de Adán y Eva comenzó con un pensamiento, que emergió a manera de duda:
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: ¿No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” (Génesis 3: 1-7 | RV 60)
La estrategia de maldad le ha rendido buenos resultados a través de los siglos. Le invitamos a leer Efesios 6: 16. Acerca de los pensamientos que promueve el enemigo, ¿qué recomienda el apóstol Pablo?
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El escritor cristiano, Terry Law, advierte:
¿Puede Satanás colocar pensamientos en nuestra mente? Creo que sí puede hacerlo. Él no puede forzarnos a pensar en algo, pero es un maestro de la sugestión. Los espíritus malignos disparan “dardos de fuego” sobre nuestra mente.”
¿Qué hizo Satanás con Judas, el discípulo de Jesús? Para responder, lea Juan 13: 2. Compare también con Mateo 16: 23 y Hechos 5: 3:
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En nuestra condición de servidores de Jesucristo debemos ser muy cuidadosos. Incluso en los momentos en los que nuestra mente está fortalecida, puede ser susceptible a los ataques mentales que nos envía Satanás.
¿Qué hace el enemigo espiritual cuando una persona nueva en el Evangelio recibe enseñanzas transformadoras? Busque Mateo 13: 19 y compártanos sus conclusiones:
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Otro elemento que debe tener en cuenta es que muchas de las enfermedades que enfrenta el ser humano, son el producto de los pensamientos. Quien genera sugestiones destructivas es Satanás y las huestes destructivas a su servicio.
Sobre esa base, no podemos descuidar nuestra mente, que es un campo de batalla. Lo aconsejable, es rendirnos a Cristo y mantenernos llenos de Él, incluyendo en lo que pensamos (Cf. Romanos 12: 1, 2)
SEMBRANDO PENSAMIENTOS DE MALDAD
Los demonios no tienen derecho a pasar por el libre albedrío del género humano. Por ese motivo, engañan a quien lo permite. Procuran que las personas crean que son los autores de los pensamientos de maldad que rondan su cabeza una y otra vez.
Una forma de ilustrar el asunto son las debilidades que presentan la mayoría de hombres y mujeres, entre los cuales debemos incluirnos—por supuesto–. Pueden sintetizarse en la proclividad a la mundanalidad en todas sus manifestaciones, la vanidad, el sexo y la búsqueda de placer en todas sus variables.
Aunque no puede leer nuestros pensamientos, por nuestras acciones, Satanás conoce las inclinaciones de cada quien, y envía tentaciones, con la ayuda de los demonios que están a su servicio.
Al respecto, lea Romanos 8: 13, 14 y Colosenses 3: 5-10.
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Una forma eficaz de vencer las tentaciones que nos asedian, es manteniéndonos asidos de la mano del Señor Jesucristo y meditando en Su Palabra.
UN PUNTO DE EQUILIBRIO
Al concluir este Curso sobre Angelología, no queríamos pasar por alto los pensamientos porque son un campo de batalla y, además, constituyen un baluarte que debe estar al servicio de Dios.
Sin embargo, no perdemos el enfoque: Los ángeles. Los buenos y los malos, estos últimos, los que cayeron y que están al servicio del mal.
El mundo angelical es real, pero no desde la perspectiva de la Nueva Era que resulta tan dañina en nuestro tiempo. Y para ser defensores de la fe y en nuestra condición de apologistas que procuran ser versados en la Palabra de Dios, debemos enseñar apropiadamente a las personas que tenemos a cargo sobre la importancia de no caer en los múltiples engaños que salen al paso cada día.
Los animamos a emprender otro de los Curso que oferta el Instituto Bíblico Ministerial. Recuerden que están a su disposición y la de todos aquellos que desea prepararse para servir con excelencia en la extensión del Reino de Dios.
¡Dios les bendiga en abundancia cada día!
Un servidor en Jesucristo,
Lic. Teol. Fernando Alexis Jiménez
Director – Instituto Bíblico Ministerial