Cuando conocemos realmente cómo es y el grado de desarrollo de una cultura, podemos compartir el evangelio apropiadamente. Trabajar a partir de las particularidades. Lograr que el mensaje de salvación tenga una aplicación práctica para cada oyente.
¿Se puede lograr? Por supuesto que sí. Es posible cuando lo hacemos en la dimensión de Dios, en su tiempo perfecto y nos esforzamos en conocer la cultura a la que somos enviados.
El teólogo y escritor, John Stott, anota lo siguiente:
… a menos que la iglesia sea movilizada, el mundo entero jamás podrá ser alcanzado. Esta movilización solo verá que el resultado de su esfuerzo se convierte en realidad si efectivamente existe una operación conjunta del pueblo de Dios”
Permítanos citar a continuación un pasaje de mucha significación para adentrarnos en el tema:
De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.»(1 Crónicas 12:32| RV 60)
Observa cuatro aspectos:
- Los hijos de Isacar eran líderes y sabían cómo ejercer el _____________.
- Eran entendidos en cuanto a los ___________.
- Tenían claro qué ________________.
- Eran __________________ a quienes los demás seguían.
No desconocemos que la tarea de llevar las Buenas Nuevas hasta el último rincón de la tierra es imperativo, pero debemos hacerlo en el tiempo de Dios y conforme al método que Él nos muestre.
Y lo hacemos así porque, si anhelamos cumplir el propósito del Señor, debemos movernos:
- En un tiempo oportuno.
- Hacia un lugar específico.
Cuando damos esos pasos, podremos saber qué hacer y, de paso, ejercer un liderazgo de influencia. Eso lo hacemos guiados por el Padre. Es en Su plan eterno, no en nuestras emociones que generalmente tienen un alcance de corto plazo.
EL DESAFÍO DE LAS MISIONES
El desafío de expandir las misiones con el apoyo de la iglesia local, es muy grande. Demanda al menos cinco ingredientes que le invitamos a considerar:
1.- Dependencia de _______________.
Podemos tener las mejores intenciones y aún, todo el ánimo del mundo, pero si no pedimos la orientación a Dios, lo más probable es que nuestros esfuerzos resulten vamos y nos lleve a la frustración.
2.- Estar debidamente _______________.
La formación es esencial. Los tiempos modernos reclaman que podamos llegar a personas con diversidad académica, religiosa y, por supuesto, cultural. En ese orden de ideas, debemos procurar la capacitación haciendo acopio de los recursos que tenemos a disposición.
3.- Disposición de pagar la cuota de _____________.
La misión global demanda un elemento ineludible de sacrificio para quien envía y para los enviados.
En el libro de Hechos, la iglesia en Antioquía, bajo la guía del Espíritu, comisión a los primeros misioneros (Hechos 13: 1-4). Podemos imaginar la sensación de sacrificio que sintieron los ancianos en Antioquía mientras ayunaban, oraban y ponían las manos sobre Pablo y Bernabé antes de enviarlos en ese viaje misionero inaugural.
El misionólogo, Paul Akin, enota que:
La realidad es la misma, quizás incluso más aguda, para aquellos que son enviados hoy como misioneros. Dejar atrás la familia, los amigos, la identidad vocacional, el entorno familiar y, en algunos casos, las conveniencias modernas para cruzar barreras geográficas, culturales y / o lingüísticas pueden ser extremadamente desafiantes. Por lo tanto, la sensación de sacrificio tanto para el emisor como para el enviado es digna de mención extraordinaria.”(Artículo “Los cinco desafíos de las misiones globales”
4.- Conocimiento del ___________________.
Ser enviados por Dios, depender de Él y estar debidamente capacitados, son ingredientes fundamentales. Resta uno más: conocer el contexto socio-cultural y religioso de la comunidad entre la cual se desarrollará el trabajo.
Esto implica, por supuesto, el aprendizaje de los idiomas de los territorios a los que se procura alcanzar. El lenguaje es mucho más que una mera expresión verbal. Incluye ideales y prácticas culturales. Por lo tanto, aquellos que carecen de fluidez en el lenguaje pierden las señales culturales y luchan por comprender adecuadamente toda la comunicación no verbal que está sucediendo a su alrededor.
5.- Prepararnos para enfrentar realidades ____________ y ______________.
Cada vez que se presenta el evangelio de Cristo en determinado lugar de la geografía mundial, lo más probable es que enfrentemos oposición. Son las realidades ineludibles a las que se refirió el apóstol Pablo:
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. (Efesios 6: 12).
El misionero enviado de una iglesia local, como embajador de Cristo, presenta la verdad eterna que inevitablemente choca con los mitos, las mentiras y la cosmovisión predominante en la zona.
Debemos recordar que hay una verdadera batalla espiritual que tiene lugar cada vez que se proclama el evangelio. Al final, el objetivo de este choque de cosmovisión es un cambio fundamental en el pensamiento y la vida.
¿QUIÉN DIJO QUE SER MISIONERO ES FÁCIL?
Ser misionero no es fácil ni lo será nunca. Es un hecho que debemos reconocer. Lejos del aspecto romántico y aventurero al que millares de personas le dan prelación, quien desarrolla este servicio o ministerio debe estar preparado, con la mirada fija en Jesucristo, quien le llamó a servir.
Al describir su desenvolvimiento en la tarea de extender el Reino, el apóstol Pablo escribió:
De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.” (2 Corintios 11:24-28| RV 60)
Sus palabras sintetizan a grandes rasgos todo cuanto le tocó enfrentar. Deseaba servir a Dios, es cierto, pero comprobó que debía pagar un precio. Y estuvo dispuesto a hacerlo, sin renunciar.
Sobre estas realidades debemos hablar cuidadosamente con los candidatos a las misiones. Aterrizarlos. Puede que resulte difícil confrontarlos, pero al menos, cuando vengan las dificultades, sabrán a qué atenerse.
¿Cómo se veía a sí mismo el apóstol Pablo, uno de los más grandes misioneros de toda la historia? Encontrará la respuesta en 1 Corintios 1:12, 13 y 3: 5, 11. Compártanos sus apreciaciones:
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¿Cómo concebía el apóstol Pablo su autoridad? Le invitamos a leer 1 Corintios 9:1-3; 2 Corintios 12: 11, 12:
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Cuando leemos las diferentes cartas del apóstol Pablo, descubrimos poderosas enseñanzas que aplican a quienes anhelan servir a Dios como misioneros.
RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro. 7
A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:
– Liderazgo
– Tiempos
– Debían hacer
– Líderes eficaces
El desafío de las misiones
1.- Dios
2.- Preparados
3.- Sacrificio
4.- Contexto de la comunidad
5.- Físicas y Espirituales
(C) Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)