El interrogante que se escucha con mayor frecuencia de los cristianos comprometidos y aún, entre los estudiantes de institutos bíblicos o entidades de formación teológica, se orienta a qué se debe hacer cuando hay un interés auténtico por la obra misionera. La primera y más importante respuesta se orienta a que tengamos la confirmación de Dios. Cuando procede de Él, habrá paz en nuestro corazón respecto a la decisión que asumimos.
Retomamos el pasaje Escritural en el cual nuestro amado Salvador y Dios Jesucristo dice:
Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden (he aquí)! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:17-20.)
Si Él tiene la autoridad en el cielo y en la tierra, y somos instrumentos en Sus manos, podemos tener la certeza de que nos abrirá puertas, mostrará qué debemos hacer y nos asegurará la victoria.
Los judíos de la época entendían en qué consistía la comisión. Para ellos, el concepto de nación que tenían en ese entonces es muy diferente al de hoy.
En ese entonces una nación era un pueblo de personas identificadas por una cercanía de sangre. Por ejemplo, los romanos, los samaritanos, los gálatas, etc. Pero Jesús llama a ir a hacer discípulos para bautizarlos y enseñarles a guardar todo lo que Él nos ha mandado, no a observar sus culturas y tratar de hacerlas más parecidas a la nuestra.
Un error recurrente que apreciamos en el libro de los Hechos de los Apóstoles, es que los primeros cristianos fueron tentados a adoptar la cultura Judía.
Sin embargo, el apóstol Pablo aclaró que si somos de Cristo, las diferencias culturales no tienen importancia (Ver Gálatas 3:28-29). Las Escrituras son claras y sencillas en cuanto las misiones: Predicar, hacer discípulos, bautizar y enseñar.
¿Qué relación tiene todo esto con el deseo de servir a Dios en las misiones? Muchísimo. Por eso dejamos esta como la última Lección. Porque es necesario que tengamos claro todo el panorama porque es a ese mundo que todavía anda sin brújula, al que nos dirigimos. Y es ellos a quienes vamos con el Evangelio y no con la imposición de nuestras propias apreciaciones. Quien traza la línea de hacia dónde ir es Dios a través de Su Palabra.
TENER CLARAS LAS DIFERENCIAS
Hay un hecho de significación que vale la pena tener en cuenta y es definir claramente la diferencia entre Misión y misionero.
La Misión general de todo cristiano comprometido es alcanzar a otras personas que no han conocido a Jesús como su Señor y Salvador. En ese orden de ideas, todo creyente en Cristo es un misionero.
La Misión específica o Actividad Misionera propiamente dicha es la que nos lleva a involucrarnos en acciones y actividades que desarrolla la Iglesia. En este sentido, Dios llama particularmente a algunos hombres y mujeres con esta vocación especial. Es a esta misión y a estos misioneros, a los que nos referimos.
TERRITORIOS POBRES Y NACIONES PUDIENTES
El misionero transcultural debe estar preparado para ir al terreno al que se le asigne. No puede decir: “Fui llamado a los norteamericanos o europeos sin Cristo”, partiendo de la premisa de que allá lo tienen todo. En absoluto. Si Jesús nos necesita en África, en la India, Oriente medio o, aún, en los barrios pobres o de extramuros de nuestras ciudades, es a esos lugares donde debemos ir.
No podemos olvidar que la denominación en la que servimos, cuando depende de la guía del Espíritu Santo, nos trazará la ruta a seguir, definiendo el sitio específico en el que adelantaremos alguna tarea.
La disposición juega un papel importante. Disposición para Cristo y disposición para servir allí donde realmente seremos útiles.
LA PREPARACIÓN DEL MISIONERO
Debe ante todo ser un cristiano comprometido. Que desarrolle intimidad con Dios, que lea Su Palabra y, algo importante, que no se deje mover por las emociones. Nos ayudará a evitar equívocos que son comunes cuando queremos hacer las cosas para el Señor.
Un pastor, autor y conferencista que conoce bastante de misiones, Rogelio Castillo, propone algunos pasos que analizamos y compartimos con mayor detalle:
1.- _________________ apropiadamente.
El proceso formativo comienza en la denominación en la que servimos, pero reviste importancia que lo ampliemos en un instituto o seminario bíblico y, por supuesto, en todos los cursos o actividades que se desarrollen en torno al tema.
2.- Mantenerse informados sobre ____________________.
No hay detalle que debamos perdernos en cuando a las misiones en cualquiera de sus manifestaciones. También estudiar literatura que nos amplíe el panorama.
3.- _________________ sobre los países no alcanzados.
La formación misionera es previa, también. De ahí que involucre investigación sobre los grupos étnicos que se encuentra en el país así como los de otras naciones, hablando no étnicamente sino a nivel geográficamente. ¿Cómo obtener una visa? ¿Cuáles vacunas requiere para entrar? ¿Cómo puedo hacer viajes de exploración al país? ¿Cuáles oportunidades hay para entrar al país como trabajador o profesional, comerciante, etc.?
4.- Informarse con otras _____________________.
Las agencias misioneras son muy importantes. Particularmente, aquellas que ya tienen experiencia en los territorios a los que somos enviados por el Señor Jesús.
5 – Leer libros y ver ______________sobre misiones transculturales.
6 – Asistir a _______________ sobre misiones transculturales
7.- Ser parte de un ________________ en mi iglesia local.
Si no existe dicho comité, formarlo. Para aprender a trabajar en la movilización de su comunidad de creyentes hacia las misiones, le recomendamos hacer acopio de la mayor información que pueda, que en librerías y en internet hay en abundancia.
8.- Participar en la plantación de una ____________________.
9.- Contactarse con _______________________.
Quienes ya estén trabajando en el país donde queremos ir, será muy útil. También escuchar sobre las experiencias de quienes han laborado como misioneros a nivel urbano o transcultural.
Sabemos que Dios recompensa el tiempo que dedicamos en la búsqueda de nuestra capacitación para servirle con más excelencia y, seguramente, al iniciar nuestra travesía en las misiones cristianas, podremos alcanzar con más efectividad a aquellos a quienes Dios puso en nuestro corazón.
OTRAS FORMAS DE VINCULARNOS
Si bien no todos están llamados a realizar esta actividad misionera específica, existen varias maneras de participar, que se describen a continuación:
1.- _______________________Es una actividad distinta de la actividad misionera, mediante la cual, todos, aun cuando su situación de vida no les permita realizar una actividad misionera específica, pueden colaborar con ésta, desde su propio lugar. La cooperación misionera permite que toda la Iglesia participe y colabore activamente con la misión universal de la Iglesia. Esta cooperación misionera se realiza de tres maneras:
- Con apoyo espiritual (Oración, ayunos)
- Con apoyo material (Bienes o recursos económicos)
- Impulsar una pastoral misionera de apoyo (Promover procesos formativos y de concienciación)
2.- _______________________. Consiste en avivar y sostener el espíritu misionero de todos los cristianos comprometidos, de manera que se interesen por las misiones y nazcan así vocaciones misioneras, o cooperen con ellas. Puede ser mediante charlas, revistas u otros medios de comunicación, folletos, exposiciones, videos, retiros vocacionales misioneros, realizando campañas misioneras u otro tipo de acontecimientos como jornadas, cantatas misioneras, marchas misioneras, etc.
3.- _______________________. Ser parte de los procesos formativos de quienes se preparan para ir a misiones. ¿Sabía usted que muchas iglesias no establecen un instituto bíblico porque no cuentan con personal voluntario capacitado para impartir clases?
4.- _______________________. No podemos hacer la tarea solos. De hecho, no está bien. Podemos aprender de otros creyentes y de sus organizaciones, cuando establecemos contacto con ellos, compartimos de sus experiencias y aportamos, incluso con nuestras inquietudes.
5.- _______________________. Desde los púlpitos debemos promover periódicamente mensajes bíblicos que animen a desarrollar la tarea. Es una forma de generar conciencia de la enorme responsabilidad que nos asiste.
Jamás pierda de vista un hecho: se necesitan hombres y mujeres comprometidos, que respondan deicidamente al llamado misionero.
RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro. 12
A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:
1.- Formarse
2.- Misiones transculturales
3.- Investigue
4.- Agencias misioneras
5.- Vídeos
6.- Congresos
7.– Comité de Misiones
8.- Iglesia local
9.- Misioneros experimentados
Otras formas de vincularnos
1.- Cooperación misionera
2.- Promoción de las misiones
3.- Contribuir a la formación de misioneros
4.- Mantener contacto con otras organizaciones misioneras
5.- Promover sermones misioneros
© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia).