Es hora de abordar los desafíos misioneros (Conclusión)

Compartiendo las Buenas Nuevas

Los desafíos misioneros del siglo veintiuno son múltiples, variados y apremiantes. Billy Graham lo resumió con la siguiente frase: “Creo que uno de los grandes movimientos de Dios que se aproxima será a través de los creyentes en el ámbito laboral donde se encuentran”.  Sus palabras siguen más vigentes que nunca. Hay que ejercer influencia y desarrollar misiones a partir del entorno del trabajo en el que nos desenvolvemos, ampliándonos en círculos concéntricos que abarquen esferas mucho mayores cada vez.

¿Por qué las misiones comienzan en el trabajo? Porque es justamente allí donde pasamos más de noventa mil horas de toda nuestra existencia. Las posibilidades de compartir las Buenas Nuevas de Salvación son infinitas. Piénselo. ¿Con cuántas personas ha interactuado usted últimamente? ¿A cuántas de ellas les ha hablado de Jesucristo? Todos tenemos una tercera parte de nuestra vida a disposición para predicar el mensaje.

Cuando meditamos en el asunto, coincidimos en algo: Debiéramos haber hecho mucho más.

En el Foro Mundial del Trabajo, realizado en Manila, Filipinas, el obispo de la Alianza Evangélica Mundial, Efraim Tendero, dijo: “Para cumplir la Gran Comisión, cada creyente necesita ser un ministro, y cada ámbito laboral, convertirlo en un lugar de ministerio”.

No podemos seguir manteniendo vigente esa líder divisoria entre pastores y líderes y de éstos, a su vez, con los cristianos comprometidos que desean hacer algo. El trabajo es de todos y, como tal, debemos asumirlo.

IDENTIFICANDO LOS DESAFÍOS

Los tiempos que vivimos, son tiempos difíciles (2 Timoteo 3:1-5 y Juan 4:34) Sobre esa base, podemos sintetizar los desafíos a los que nos enfrentamos, con los siguientes puntos:

  • Desconfianza de las personas en sus instituciones, incluyendo las entidades religiosas. Esta situación ocurre en todos los países.
  • El relativismo en lo que se cree y se practica.
  • Pluralidad ideológica, cultural y religiosa.
  • Crisis en la ética como consecuencia del individualismo, narcisismo, hedonismo, la falta de compromiso y la permisividad.
  • Crecimiento del ateísmo.
  • Expansión de la tolerancia ideológica, creencias y teorías distintas.

A todo esto contribuyen fenómenos sociológicos como la sobrepoblación, globalización y concentración del poder y crisis ambiental. Desde la perspectiva cristiana, la sociedad ha ido perdiendo su norte en cuanto a principios y valores.

¿ESTÁ DISPUESTO A ASUMIR EL DESAFÍO?

Dios trabaja a través de hombres y mujeres con un corazón dispuesto. Tenemos un mandato claro: hacer misiones. Implica proclamar el regreso de Jesús el Señor (Marcos 16:15) También, explicar su muerte y resurrección para el perdón de pecados, previo arrepentimiento (Lucas 24:46, 47)

La decisión de dar un paso adelante y asumir ese desafío, está en sus manos. Es un proceso en el que, por supuesto, no está solo. Dios nos acompaña cuando nos aprestamos a ser útiles en el Reino de Dios.

Pídale a Dios que le revele los pasos a seguir, para que todo se haga conforme a Su voluntad, de cara a conseguir mayor efectividad en todo cuanto haga (Isaías 55: 8, 9; Amos 3:7; Filipenses 2:13)

Nuestra oración es que tanto el material como la fundamentación teológica que hemos compartido, se constituya en un poderoso instrumento para su crecimiento ministerial y para que pueda responder acertadamente al llamamiento que Dios le hace.

Fernando Alexis Jiménez

Director

Instituto Bíblico Ministerial

 

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