Ética y Santidad (Lección 6)

Con ayuda de Dios podemos conjugar ética con santidad.

Los cuatro evangelios definen las pautas sobre las que debe caminar un discípulo de Señor Jesús que ejerce una tarea ministerial. Todo cuanto enseñó nuestro amado Salvador está rodeado de fundamentación ética. De ahí que es la brújula que nos define el norte a seguir.

¿De qué basamentos estamos hablando? De los siguientes pilares:

1.- ______________________

2.- ______________________

3.- ______________________ a Dios.

4.- ______________________ de las Buenas Nuevas.

5.- ______________________ en el ejercicio ministerial (Lucas 9:1-6; 10:1-16)

6.- ______________________ para ser discípulos (Marcos 8: 27-38)

7.- Rendición a la ______________________ (Marcos 10: 13-45)

8.- Ejercicio de la ______________________ (Juan 13: 1-15)

9.- Dependencia del ______________________.

Esos principios no han cambiado. Perviven en el tiempo. Tienen asidero bíblico y, como tal, debemos acatarlos.

Le invitamos a leer Romanos 12. 1-13 y 1 Corintios 12: 1-11. ¿Qué revelación tienen estas enseñanzas del apóstol Pablo respecto a ministerio cristiano?

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¿Qué principios éticos resaltaría?

Precisamente el apóstol Pablo, quien fue utilizado poderosamente por el Señor como lo describe el Nuevo Testamento, no creyó jamás que estaba por encima de nadie, sino que se consideraba a sí mismo un embajador de Cristo (Lea 2 Corintios 5: 20). De él aprendemos que el ministerio no es solamente de carácter espiritual, sino que involucra activamente el servicio integral a la comunidad.

LA SANTIDAD DE VIDA

A Dios, que es Santo, no se le puede ni se le debe servir de cualquier manera. La ética y la santidad van de la mano.

El Señor Jesús compartió una poderosa enseñanza que no podemos olvidar:

Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” (Mateo 5:48| RV 60)

Ahora, hablamos de santidad entendida no como el hecho de que jamás se comentan errores. De hecho, los cometemos y, sin duda, los cometeremos. Santidad, entonces, desde la perspectiva de sujetarnos a la voluntad de Dios y permitir que Él nos acompañe en la experiencia del crecimiento cristiano.

En el caso de quien sirve a Dios, debe convertirse en un distintivo ya que se trata de un hombre o una mujer que han consagrado sus vidas al Señor y a la extensión del Reino. Esa es su prioridad.

ENSEÑANZA A PARTIR DEL EJEMPLO

La mejor manera de enseñar es a través de nuestro ejemplo. Logramos una mayor influencia cuando hay coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos.

El apóstol Pablo, quien conjugó en su servicio a Dios la santidad con la ética, lo dejó muy claro. Para corroborarlo, le invitamos a leer el texto de 2 Corintios 6: 3- 10. Una vez lo haya analizado con detenimiento, responda al siguiente interrogante: ¿Qué enseñanzas relevantes puede describir?

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Lo ideal es que, con ayuda de Dios, podamos llegar al nivel en el que pongamos de presente nuestra vida como una carta abierta, delante del Señor y del sinnúmero de personas que nos rodean.

Una vez más giramos en torno al testimonio de vida que, durante este Curso, resaltaremos, es muy importante.

Ahora, llegar a ese punto solo es posible cuando nuestra vida depende enteramente de Dos, de Su Espíritu Santo, obrando poderosamente en cada parte de nuestro ser.

VALORES DEL SERVIDOR DE CRISTO

Si hablamos de la estrecha relación que hay entre la santidad y la ética como distintivos de quien sirve al Señor Jesucristo, es necesario que tengamos en cuenta algunos valores humanos que marcan la diferencia:

1.- ______________________

2.- ______________________

3.- ______________________

4.- ______________________

5.- ______________________

6.- ______________________

7.- ______________________

A estos elementos debemos sumar la progresiva madurez que debe adquirir el ministro cristiano. Es un proceso y, como tal, no podemos ni debemos esperar que se produzca de la noche a la mañana.

Ahora bien, se avanza en la medida en que desarrollamos intimidad con Dios. Es una realidad que no podemos perder de vista.

Así mismo, debe ir acompañado de unas condiciones morales objetivas y evidentes que determinan su desarrollo y desenvolvimiento, que no comulga con la relatividad moral—que es amiga del mal testimonio–, ni con la mundanalidad.

Aquí cabe recabar en algo: no es la sociedad la que debe impactar el ministerio cristiano, sino el ministerio cristiano el que debe impactar a la sociedad. Eso lo vamos a alcanzar con una plena dependencia del Señor Jesucristo y sumando santidad a nuestra fundamentación ética.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN 6:


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

1.- Espiritualidad

2.- Oración

3.- Sujeción

4.- Proclamación

5.- Desprendimiento

6.- Requisitos

7.- Cruz

8.- Autoridad

9.- Espíritu Santo

VALORES DEL SERVIDOR DE CRISTO

1.- Humildad

2.- Obediencia

3.- Sencillez

4.- Bondad

5.- Sinceridad

6.- Perseverancia

7.- Fortaleza del alma


(c) Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)


 

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