Nuestra sociedad desestima la inteligencia emocional como herramienta para mejorar la interacción con otras personas y potenciar el liderazgo, personal, familiar y social lo que pensamos, ejerce una poderosa influencia en el organismo y su funcionamiento gracias al maravilloso sistema nervioso central del que Dios nos proveyó.
Esa conexión que está probada científicamente, nos conecta con nuestro mundo interior. En esa dirección, cuando todo nuestro ser está conectado, razonamos con mayor claridad y la toma de decisiones resulta asertiva, nos aleja de los equívocos que quizá estamos cometiendo hoy de manera recurrente.
Aquí cabe resaltar que la intuición es una percepción más allá de las sensaciones físicas y está íntimamente vinculada a la inteligencia emocional.
Una enorme barrera para el desarrollo de la inteligencia emocional lo representa el orgullo que, en ocasiones, nos lleva a ser reactivos.
Le animo a tener presente lo que dice el rey Salomón desde hace siglos:
«La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales lugares de reunión; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones. ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras.» (Proverbios 1: 20-23 | RV 60)
Le invitamos a considerar algo interesante: 82 de 93 ganadores de los premios Nobel señalaron que la intuición juega un papel importante en los descubrimientos creativos y científicos. De hecho, la intuición juega un papel importante como parte de los componentes de la inteligencia emocional.
Prestar atención a las sensaciones—las que debemos evaluar para que no nos arrastren a errores–, puede ser valioso, especialmente si se deben tomar decisiones importantes.
Si hiciéramos acopio de la inteligencia emocional, nos libraríamos de muchos dólares de cabeza. T0maríamos decisiones con mayor rapidez, disminuyendo los márgenes de error y, por tanto, las consecuencias.
En cada situación tendríamos a mano un amplio abanico de respuestas a los desafíos y, por tanto, soluciones a los problemas.
AMPLIO ABANICO DE SOLUCIONES
En criterio de los especialistas, se estudiarían las consecuencias probables de cada alternativa, al tiempo que se podrían medir los resultados negativos.
Conforme pasa el tiempo, aplicando la inteligencia emocional, adquirimos nuevos conocimientos sobre nosotros y sobre las personas que nos rodean, particularmente en el campo de las reacciones. La suma total de tales experiencias da solidez a la adquisición progresiva de sabiduría.
El rey Salomón escribió:
“Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Él provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente. es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.” (Proverbios 2: 1-8 | RV 60)
Aquí cabe anotar que, de la mano con la inteligencia emocional, desarrollamos el sentido intuitivo que potencia la precisión y eficiencia de nuestro proceso decisorio. De esta intuición práctica se puede echar mano en toda clase de situaciones.
UN INGREDIENTE PARA LIDERAR
La voz secreta de la intuición nos lleva a interesarnos en los demás. Es decir, a tener empatía.
Esa es la raíz de la misericordia. Nos permite dominar los impulsos y asumir la responsabilidad. Es un fundamento importante de la espiritualidad.
Empatía y compasión nos conecta con otras personas por medio de una conexión genuina con otras personas, con los problemas y desafíos y, por supuesto, con la posibilidad de encontrar soluciones.
LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN TIEMPOS DE CRISIS
En los momentos de crisis es en los que necesítamos poner en práctica los fundamentos de la inteligencia emocional.
1.- Guardar silencio antes de reaccionar. Hace posible que recobremos la tranquilidad interior.
2.- Hace posible la aplicación del sentido común y de la lógica. No reaccionar antes de procesar adecuadamente la información.
3.- Medir el alcance de las palabras. Nos lleva a pensar antes de actuar, y por supuesto, de hablar. Esto, para no incurrir en equívocos.
4.- No obrar movidos por los prejuicios. Nos lleva a despojarnos de cualquier idea preconcebida sobre las personas, los acontecimientos o las cosas.
Le animamos a revisar cuidadosamente las enseñanzas de hoy y comprobar que la aplicación de estas pautas, le ayudará a mejorar su calidad de vida en la relación con Dios, con el cónyuge, los hijos y las personas que le rodean.
PREGUNTAS PARA REFORZAR LOS CONOCIMIENTOS
Hacer un alto en el camino y evaluarnos, además de retroalimentarnos, permite que afiancemos los conocimientos. Le animamos a responder los siguientes interrogantes:
¿Con qué frecuencia se deja mover por las corazonadas importantes?
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¿Le ha servido de algo dejarse mover por la intuición?
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¿Qué apreciación útil le encuentra usted a la inteligencia emocional en su desenvolvimiento cotidiano?
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