La Hermenéutica Bíblica ante la inspiración divina (Lección 1)

No podemos desconocer la inspiración divina de la Palabra.

Si en muchos púlpitos y espacios donde se proclama la Palabra de Dios se incurre hoy día en errores, es porque se predica superficialmente, sin profundizar en lo que significa un pasaje, lo que significó para los lectores de su tiempo y lo que presenta para nosotros hoy. Por ese motivo, la Hemenéutica Bíblica cobra tanta importancia y debe ser retomada como ciencia a la cual acudir como fundamento para el estudio personal y colectivo de las Escrituras.

Alrededor de la Palabra de Dios, ¿qué enseñó nuestro amado Salvador Jesucristo? Encuentre la respuesta en Mateo 4:4:

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El apóstol Pedro instruyó a los creyentes del primer siglo sobre la necesidad de crecer en dos aspectos fundamentales. ¿Podría mencionarlos?

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Leer la Biblia con la lupa de la Hermenéutica, nos ayuda a descubrir verdades que por mucho tiempo pasaron inadvertidas, así como en principios que deben aplicarse para que nuestra vida experimente cambio y crecimiento con carácter permanente.

Cuando tenemos una adecuada comprensión de los textos bíblicos, ¿cómo nos ayuda en nuestro ministerio cristiano? Lea 1 Pedro 3:15, 16 y compártanos sus apreciaciones:

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Las pautas que trazó el apóstol Pedro revisten singular importancia  porque si no estamos familiarizados con las Escrituras—lo cual incluye una interpretación rigurosa–, lo más probable es que incurramos en errores en el conocimiento de Dios y llevemos a quienes nos rodean, a caer en las mismas fallas.  Ese es precisamente el caldo de cultivo de muchas sectas y doctrinas de error. Todo comenzó con el desconocimiento de un fundamento o una interpretación bíblica equivocada.

DOS EJEMPLOS DE ERRORES DE INTERPRETACIÓN

Siempre debemos partir de un fundamento: Toda Escritura tuvo una aplicación para el momento histórico en el que se concibió y una para nosotros hoy. Cuando caemos en el literalismo, es decir, la aplicación de una enseñanza sin tener en cuenta el contexto, podemos movernos a uno u otro lado de la delgada línea de la interpretación bíblica apropiada.

Para ilustrarlo, tomemos como base un primer ejemplo. Lo encontramos en Deuteronomio 22:5:

No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.»

Respetamos las concepciones teológicas de las denominaciones, pero justo esta porción que acaba de leer, se ha convertido en el único fundamento para que la mujer solamente use faldas. Usar un yin, por ejemplo, luce como una verdadera herejía. Pero, ¿es realmente así?

Para despejar este interrogante deberíamos investigar con diligencia sobre el uso cultural de las vestiduras en la época en la que se escribió el pasaje; se aplicaba sólo para ese tiempo o, por el contrario, tiene alcance universal; en occidente se usan las vestiduras propias del pueblo hebreo para la época y, por último, si hay diferencias culturales entre países que lleven a sus habitantes a vestir diferente.  

Esas pocas consideraciones le llevarán a tener un panorama amplio de que sí caemos en errores al aplicar literalidad en muchos textos que ameritan tener en cuenta el contexto de cada época.

Un segundo equívoco frecuente toma como fundamento Deuteronomio 22:11-12:

No vestirás ropa de lana y lino juntamente. Te harás flecos en las cuatro puntas de tu manto con que te cubras.”

Si nos atenemos a lo que dice, literalmente, deberíamos asumir dos principios que son abiertamente contradictorios:

  • Los hombres deberían vestir un solo tipo de tela.
  • Los hombres deberían y con cuatro flecos.

Esos ejemplos muy básicos, le deben llevar a reflexionar en la importancia de la Hemenéutica Bíblica y más en su condición de hombre o mujer que se prepara para servir a Jesucristo con altos estándares de calidad ministerial.  

LA INSPIRACIÓN BÍBLICA

Como creyentes y, además, proclamadores de las Buenas Nuevas de Salvación, debemos ser cuidadosos en la interpretación de la Biblia. Partimos de la base que en su totalidad fue inspirada por Dios, como enseña el apóstol Pablo:

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.»(2 Timoteo 3:16 | RV 60)

En 2 Pedro 1:21 leemos que «la profecía nunca fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo«. Las verdades contenidas en la Palabra provienen del Creador mismo. En ella se revela Su pensamiento y Su voluntad.

Los cristianos residentes en Berea, en el primer siglo, tenían claridad sobre la inspiración divina de las Escrituras y la estudiaban para comparar lo que decían con las enseñanzas recibidas de los apóstoles y, aún, del cumplimiento para su tiempo:

Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.»(Hechos 17:11| RV 60)

Cuando tenemos una aproximación a la Biblia, más que como a un libro científico, debemos apreciarla como la voz de Dios mismo, en consonancia con las enseñanzas del apóstol Pablo:

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente» (1 Corintios 2:14; Cf. Efesios 2:8-9).

Lo que allí se enseña se aprende y se vive por fe (Romanos 1:17) Lo que nos revela, no cambia porque Él mismo no cambia (Santiago 1:17).

En ese orden de ideas reconocemos tres fundamentos:

1.- La inspiración bíblica es una _____________________

2.- La inspiración bíblica es un caso único en la  _____________________

3.- La inspiración bíblica significa que los escritores no lo hicieron por _____________________

Los autores humanos de los textos, sin perder su identidad ni naturaleza, plasmaron por Escrito aquello que el Señor ponía en su corazón.

En este orden de ideas entendemos que en algunos casos Dios dictó las enseñanzas al escritor, como en el caso de los 10 mandamientos.

Lea Deuteronomio 18:18; Jeremías 1:9 y 2 Pedro 1:21. ¿Quién impartió la enseñanza directamente, Dios o el autor? Explique por qué:

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¿Cuál es la característica particular con la que inician cada pasaje los autores de las siguientes citas bíblicas (Isaías 3:4, 5:3, 27:3 y Joel 2:25)?

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¿Qué valor le daban los creyentes de Tesalónica a la Palabra con la que eran enseñados? Encontrará la respuesta en 1 Tesalonicenses 2:13

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¿Por qué motivo al acercarnos a las Escrituras, debemos tener en cuenta la hermenéutica?

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La disciplina de la Hermenéutica Bíblica es apasionante. Aunque tenga la etiqueta de ciencia, no es tan compleja como a luce a primera vista. Una vez aprendemos los principios que iremos desarrollando progresivamente, le encontraremos sentido a cuanto leemos y, al enseñarlo, lo haremos con una perspectiva mucho más amplia de la que quizá hasta hoy hemos tenido.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro. 1


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

Inspiración bíblica

1.- Iniciativa divina

2.- Historia de la humanidad

3.- Iniciativa propia


© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial.


 

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