Los libros proféticos  (Lección 7)

Biblia abierta

¿Cuál es la concepción que tiene usted de lo que es un profeta? Es muy importante ¿sabes? A partir de allí se han construido, a través de la historia, muchos mitos. Hay quienes asocian a los  profetas como aquellos hombres—y como verás más adelante, también mujeres—que adivinaban el futuro o bien, que traían buenos anuncios. Al fin y al cabo es lo que se aprecia en muchos de quienes, en el tiempo presente, se auto proclaman profetas y no se convierten más que en agoreros, sin que en su mensaje esté presente Dios.

No obstante, en el Antiguo Testamento era muy diferente.  Por esa razón,  lo primero que haremos  será identificar de dónde proviene esa designación.

Profeta toma origen en el vocablo griego “profetés”, compuesto del verbo femi que significa “anunciar” o “decir”, y de la preposición “pro” que traduce en el sentido local “delante de” o “en presencia de”. De esta manera podemos decir que en el contexto griego, el profeta es aquél que “habla en lugar de (Dios)”.

Ahora bien, en el hebreo que es de donde originalmente se tomó, proviene del vocablo “Nebi”, fruto de una vieja raíz semítica, que traduce “llamar”. Al hacer la construcción del término podríamos decir, entonces, que el profeta es alguien “llamado por Dios”. Otro término hebreo para profeta es “roeh” o “choséh” que quiere decir “vidente”; vertido a nuestro idioma sería aquél que ve lo que Dios le muestra.

Las tres concepciones son aplicadas al ejercicio que desempeñaron durante una etapa bastante prolongada en la historia de Israel.

Los profetas desarrollaron un ministerio teniendo en cuenta un contexto político, económico, cultural y religioso específico. Por esa razón, al leer los Libros Proféticos, es necesario que tengamos en cuenta tales antecedentes.

En su mensaje, hacían al momento que estaban viviendo, citando en muchos casos al gobernante de turno para que en el futuro se entendiera el marco histórico en el que ejercieron (Isaías 1:1; Oseas 1:1). También hicieron alusión a un acontecimiento de trascendencia, como la toma de Jerusalén o la deportación a Babilonia (Jeremías 1:3; Ezequiel 1:1-13).

¿QUIÉNES ERAN Y CUÁL FUE LA TEMÁTICA DE LOS PROFETAS?

Contrario a lo que se pudiera pensar, los profetas no estaban siempre presentes en la historia del pueblo de Israel como  ocurrió con el linaje sacerdotal, sino que ejercieron su ministerio en momentos específicos y para misiones claras.

No pertenecían a un linaje especial, en la mayoría de los casos experimentaron el rechazo del pueblo y la animadversión de los líderes religiosos de la época que no reconocían su ejercicio de parte de Dios.

Si bien es cierto la Biblia menciona profetas como Samuel, Natán, Elías y Eliseo—entre los de mayor reconocimiento-y otros no menos notorios como Gad, Ahías de Silón, semaías y Micaías hijo de Imlá, también hace alusión a mujeres profetisas como María—la hermana de Moisés–, la juez Débora y Hulda, que vivió en Jerusalén durante los tiempos del rey Josías (1 Samuel 8:11-18; 2 Samuel 7:4-16). Su intervención se produjo en momentos claves del devenir de la Nación (Léase 1 Reyes 18).

CARACTERÍSTICAS DEL PROFETA

De acuerdo con su ejercicio, los profetas fueron asociados históricamente con los vigías que advertían al pueblo, atalayas, centinelas, pastores, siervos de Dios, y en algunos casos se les llamó hasta ángeles de Dios.

Textos que refieren la forma como los llamaba Dios y como a su vez los asimilaban algunos en el pueblo, los hallamos en Isaías 20:3; 21:1; 52:8; Ezequiel 3:17; Jeremías 17:16; Amós 3:7 y Hageo 1:13.

Ahora bien, para que se testimoniara que en efecto era un profeta el que había hablado en nombre de Dios, era necesario que se cumpliera su palabra, tal como lo advierte el libro del Deuteronomio capítulo 18 versículo 22 y el propio Jeremías, en el capítulo 23:16.

En algunos casos los profetas subrayaban el sentido de su mensaje mediante una manera de vivir austera, un vestido áspero, un saco de pelo con cinturón de cuero, como lo apreciamos en Isaías 20:2; Zacarías 13:4 y Mateo 3:4. También los apreciamos viviendo el celibato y la soledad, como ocurrió con Elías, Eliseo y Jeremías.

Si nos atenemos a las Escrituras podemos citar además que se identificaba al profeta como:

  • _______________por Dios (Isaías 6:8).
  • Dios ponía sus palabras en los labios de los profetas (Jeremías 1:9).
  • Tenían la ______________ de Dios (Amós 7:15).
  • Recibían el mensaje _______________de Dios (Ezequiel 3:2).
  • Quien despreciaba al profeta, desestimaba el mensaje de Dios (Isaías 5:24).

Insisto en algo que debes tener en cuenta: no siempre los profetas eran aceptados por el pueblo o los líderes religiosos de su época.

MEDIOS A TRAVÉS DE LOS CUALES RECIBIAN LA PROFECIA

Los medios a través de los cuales venían los mensajes de Dios para los profetas, eran diversos. Pero la primera premisa, es que los profetas hablaban no por voluntad propia sino inspirados por el Supremo hacedor (2 Pedro 1:20, 21).

Sobre esa base, recibían revelación por medio de la iluminación interna, en ocasiones por sueños, por visiones o períodos de éxtasis.

En algunos casos y para ilustración del pueblo, el profeta encarnaba la profecía. Un ejemplo claro lo hallamos en Oseas quien, por orden de Dios, debió casarse con una mujer de mala reputación que representaba a Israel y que simbolizaba la infidelidad que el pueblo mostraba para con Dios.

TEMAS DE LOS PROFETAS

Los profetas expresaban sus mensajes que tenían aplicación próxima—como ocurrió en buena parte de las profecías—pero también a mediano y largo plazo; es más, algunas de estos anuncios están para cumplirse en nuestro tiempo.

Dios habló a través de estos hombres y mujeres, en consonancia en un principio que siempre tuvo presente:

Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7).

Ellos tenían clara conciencia de que eran enviados del Señor y no lo hacían por su propia cuenta, como lo deja ilustrado el Isaías:

Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8).

Y animados por Dios, aún cuando Jonás fue una excepción al tratar de rehuir su misión, iban donde eran enviados. Es apenas natural suponer que si bien cumplían su tarea, dentro sentían temor o ansiedad, porque se dirigían a un pueblo que quería hacer las cosas a su manera, siguiendo su propia voluntad y no la de Aquél que los había creado.

Los temas sobre los que disertaban y que encontraremos en los Libros Proféticos son:

  • _____________ de juicio por el pecado de Israel.
  • Las verdades _____________
  • La revelación futura de los _____________ del Señor.
  • La _____________ de Dios y de su reino.
  • La _____________ del pueblo de Dios entre las naciones.
  • La _____________ del Mesías.

REDACCIÓN POÉTICA EN LA PROFECÍA

Resulta interesante descubrir que los profetas se inclinaron, en su gran mayoría, por el lenguaje poético. Los vaticinios son, por lo general, poesía de elevada calidad y se supone que muchos de los anuncios fueron enfatizados al expresarlos cantando. Así imprimían mayor solemnidad a su exhortación.

BENEFICIOS DEL ESTILO POÉTICO

La estructura predominante era la poesía hebrea, la coordinación sintáctica, el ritmo y la división de las estrofas. Sólo en Jeremías, Ezequiel y Daniel se encuentran considerables trozos de prosa debido a los temas de corte histórico que abordaron.

El estilo poético les ayudaba a expresar imágenes revestidas de esplendor, originalidad y en ocasiones, muchas figuras. Pero también el que utilizaran este género ha llevado a que en su interpretación los eruditos hayan tropezado con oscuridades. Incluso, muchos escribas y doctores de la Sinagoga, a pesar de que conocían las Escrituras de memoria, no supieron explicar las profecías mesiánicas ni mucho menos, aplicarlas al Señor Jesús.

Las dificultades aumentaban cuando las profecías aludían a personas, lugares y hechos, que además de los usos y costumbres que incluían, resultaban muy complejas de identificar. Este hecho, sumado a que no se expresaban tiempos específicos, llevaron a que un velo cubriera los anuncios (Léase jeremías 30:24; Isaías 60:22 y Daniel 12:4).

GÉNEROS LITERARIOS

Es interesante descubrir que en su ejercicio profético, estos siervos acudían a por lo menos cinco géneros que sintetizaremos en el siguiente cuadro, para que se facilite nuestra asimilación:

GÉNEROS LITERARIOS UTILIZADOS POR LOS PROFETAS

GENERO

CITA BÍBLICA

Relatos de visiones Jeremías 1:11-13

Amós 7:1-9; 8:1-3; 9:1-4.

Himnos / Salmos Isaías 12:1-6; 25:1-5.
Reflexiones Sapienciales Isaías 28:23-29.

Amós 3:3-8.

Relatos de acciones simbólicas Isaías 20:1-6.

Jeremías 13:1-14.

Oseas 1-3.

Llamamiento al ejercicio profético Isaías 6.

Jeremías 1:4-10-

Ezequiel 1-3.

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Sus composiciones, pese a lo elaboradas, no se alejaban de por lo menos tres líneas –claramente definidas– hacia las cuales dirigieron sus enseñanzas:

  • Mensajes de Salvación divina.
  • Anuncio de Juicio y Castigo por el Pecado.
  • Venida del Mesías.

 

Ahora vamos a la clasificación de los Libros Proféticos:

DIVISIÓN DE LOS LIBROS PROFÉTICOS

Los Libros Proféticos que tal como acabamos de ver coincidían en sus líneas o ejes principales, se dividían en Profetas Mayores y Profetas Menores.

Los Profetas Mayores alcanzaron sin duda mayor reconocimiento pero, además, sus escritos fueron más extensos. De ahí que lleven esa designación.   Los Profetas Menores, quienes desarrollaron un trabajo igualmente importante, escribieron libros generalmente más cortos.

SÍNTESIS DE LOS PROFETAS MAYORES

A continuación encontrarás  una apretada síntesis del contenido de los libros que escribieron los Profetas Mayores:

SÍNTESIS DE LOS LIBROS DE LOS PROFETAS MAYORES

LIBRO

EVENTOS SOBRESALIENTES

ISAÍAS – Hijo de Amós. Profetizó durante el gobierno de Uzías, Jotán Acaz y Ezequías.

– Considerado el profeta más grande del Antiguo Testamento, después de Moisés debido a que sus mensajes proféticos giraron en torno a la salvación y, además, porque muchos de los pasajes que escribió están considerados bellas piezas de la literatura universal. Muchos de sus escritos son de corte poético.

– Refiere exhortaciones y advertencias sobre el juicio divino. Paralelamente predice días mejores.

– Predice acerca de naciones vecinas como Asiria, Babilonia, Moab, Egipto, Filistea, Siria, Edom y Tiro.

– Advierte que el sufrimiento es producto de su pecado, pero que si se arrepienten, vendrá la salvación de Dios.

– Promete un rey justo, el derramamiento del Espíritu Santo, la exaltación del justo y la transformación del desierto en el jardín del Señor (Cps. 32-35).

– Profetizó con asombrosa exactitud la liberación de Ezequías de los asirios y la prolongación de su vida.

JEREMÍAS – Predicó durante los días oscuros del reino de Judá, desde el año XIII del reinado de Josías, el último de los reyes buenos hasta varios años después de la cautividad.

– Relaciona la biografía de Jeremías, su familia, el llamamiento al ministerio profético, su desenvolvimiento y su persecución.

– Se refiere con frecuencia a la reincidencia de Israel en el pecado, la esclavitud y la restauración de sus vidas, tras reconocer sus acciones pecaminosas.

– También alude en su mensaje de denuncia,  a la búsqueda de Dios por el hombre, la depravación del corazón humano, el Nuevo Pacto y la mutilación de la palabra de Dios.

EZEQUIEL – Su nombre traduce del vocablo hebreo original “Dios fortalece”, – Al igual que Daniel y Apocalipsis podrían ser clasificados entre las “profecías del misterio” por el sentido figurado que contienen y que en su momento, y aún hoy, no ha sido fácil de interpretar.

– Predice acerca de la soberanía de Dios, la manifestación de la gloria divina en medio de su pueblo y la caída de Jerusalén, entre otros temas.

DANIEL – Sus profecías están íntimamente ligadas con las que contiene el Apocalipsis. Su vida personal es muy similar a la de José. Tras el sufrimiento, finalmente obtiene el reconocimiento, lo que sin duda viene de Dios.

– Se refiere a la soberanía de Dios sobre los asuntos de los hombres en todas las épocas.  Plantea que la sabiduría divina obtiene la victoria; que Dios es vencedor; que la reverencia a Dios obtiene la victoria.

– Utiliza mucho sentido figurado. Dos elementos características son que los anuncios tendrían, en la mayor parte de su contenido, un cumplimiento futuro, y que finalmente sería Dios quien obtendría la victoria.

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SÍNTESIS DE LOS PROFETAS MENORES

A continuación describimos, en el siguiente cuadro, una apretada síntesis del mensaje que predicaron los Profetas Menores:

SÍNTESIS DE LOS LIBROS DE LOS PROFETAS MENORES

LIBRO

EVENTOS SOBRESALIENTES

OSEAS Oseas hijo de Beeri. Ejerció su ministerio profético contemporáneo con Isaías y Miqueas. Su mensaje fue dirigido al reino del Norte. Probablemente era oriundo de ese territorio.

En su mensaje señala que la apostasía es muy similar al adulterio espiritual. Al respecto plantea que Dios es el esposo (Oseas 2:20) e Israel, la esposa infiel (Oseas 2:2).

Utiliza varias ilustraciones como el valle de Acor como una puerta de esperanza; su entrega a los ídolos; la mezcla de Israel con los demás pueblos y, una torta no volteada. Precisa que Israel será devorado.

NAHUM Se conoce muy poco acerca de este profeta. Su nombre traduce del hebreo “Compasivo” o “Lleno de consolación”.  Ejerció su ministerio antes de la caída de Nínive. Muchos eruditos coinciden en afirmar que se trata de una continuación del libro de Jonás. El problema de Nínive era, sin duda, su inclinación permanente a la idolatría, contra la cual profetizaron.

El propósito de su anuncio fue pronunciar venganza divina contra la ciudad sanguinaria y traer consuelo a Judá, con promesas de liberación futura.

JOEL Era profeta de Judá, aunque al igual que en el caso de Nahúm, muy poco se conoce acerca de él. Su nombre traduce del hebreo “Jehová es Dios”, La orientación de su mensaje es hacia el arrepentimiento nacional y las bendiciones que deriva tal actitud.

Advierte sobre el juicio en caso de no arrepentirse de sus pecados, anuncia la liberación futura y deja sentadas promesas acerca del derramamiento del Espíritu Santo.

HABACUC Este profeta vivió durante el período babilónico. Posiblemente ejerció durante el reinado de Joacim.

Denuncia la actitud pecaminosa del pueblo.

Se queja ante Dios porque no interviene con castigo ante la violencia pecaminosa que se observa en todas partes.

Dios le revela su plan divino para con su pueblo. Finalmente pronuncia una oración sublime de alabanza.

AMOS Su Nombre proviene del hebreo que traduce “Carga” o “Cargador”. Fue boyero y recogía higos silvestres para obtener la manutención. Recibió el llamamiento de Dios y ejerció el ministerio profético durante los reinados de Jeroboam II, en Israel, y de Uzías, en Israel.

En su mensaje abunda en metáforas impactantes. Denuncia los juicios venideros; pone al descubierto la actitud pecaminosa de Israel y de Judá, que no honra sino que ofende a Dios; denuncia la opulencia de algunos judíos y predice la dispersión y la restauración de Israel.

SOFONIAS Era descendiente del rey Ezequías. Ejercitó su ministerio profético durante el reinado de Josías en Judá, posiblemente comenzó su trabajo antes del avivamiento religioso en la nación.

Advierte sobre los juicios de Dios sobre Judá.

Llama al arrepentimiento al tiempo que advierte, se avecina un juicio universal del cual sólo escapará un remanente de hombres y mujeres piadosos.

Se refiere a la gloria futura de Israel.

ABDIAS No se tienen mayores datos acerca de este profeta. Su profecía tiene como eje central la vieja disputa entre Edom e Israel. Los edomitas eran descendientes de Esaú y le tenían mala voluntad a Israel.

Anuncia la sentencia contra Edom por su orgullo y maldad así como la liberación del pueblo escogido.

HAGEO Su nacimiento se produjo durante los setenta años que duró la cautividad de Israel en Babilonia. Era colega de Zacarías y regresó a Jerusalén con el gobernador Zorobabel.

Exhorta al pueblo por la desidia de muchos en el proceso de reconstrucción del templo y anuncia promesas para quienes participen en el trabajo.

Pronuncia palabras de condenación a las naciones que han desatado opresión sobre Israel.

JONÁS Jonás era natural de Galilea. Fue uno de los primeros profetas. Fue llamado a desarrollar su ministerio profético advirtiendo de juicio a Nínive, aunque él rechazó tal convocatoria divina y quiso huir en sentido contrario. Finalmente cumplió el propósito de Dios, aún en contra de su voluntad.
ZACARIAS Zacarías hijo de Berequías. Fue contemporáneo de Hageo.

Animó a los judíos a trabajar en la reconstrucción del templo. Utiliza en sus profecías muchas figuras.

Habla sobre la visión futura del reino de Dios.

Se refiere asimismo a la venida del Mesías soberano, Príncipe de Paz.

MIQUEAS Miqueas era natural de Moreset en Judá y ejerció su ministerio profético durante los gobiernos de Jotam, Acaz y Ezequías. Fue contemporáneo de Isaías.

Advierte sobre juicios venideros por el pecado; denuncia la Idolatría, los planes perversos que  movían a los judíos, la hechicería, la traición y el robo.

Anuncia el establecimiento de un reinado justo y la venida del Mesías.

MALAQUIAS Salvo su inclusión en el canon del Antiguo Testamento, no se conocen mayores detalles acerca de este profeta. Fue contemporáneo de Nehemías.

Expresa la necesidad de grandes reformas.

Denuncia el pecado de Israel representado, entre otras cosas, por la falta de honradez.

Pone de presente el mal ejemplo que ofrecían los sacerdotes.

Resalta que el pueblo ni diezma, ha caído en impiedad, tratos engañosos, deslealtad con sus esposas, hechicerías, opresión e impureza.

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Hemos llegado al final del panorama del Antiguo Testamento. Nuestro sincero deseo es que saque el mejor provecho a estas enseñanzas y, además, que su pasión por el estudio de las Escrituras aumente.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN Nro.  7


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

Características del profeta

  • Enviado
  • Autoridad
  • Directamente

Temas de los profetas

  • Advertencia
  • Eternas
  • Designios
  • Gloria
  • Misión
  • Venida

GLOSARIO


A continuación publicamos algunos términos que son frecuentes durante el estudio de nuestra Asignatura sobre Antiguo Testamento. El listado de palabras, acompañado con citas bíblicas de referencia, no pretende ser exhaustivo, razón por la que sugerimos al estudiante ampliar los conceptos en un Diccionario Bíblico.

ALIANZA

Se traduce así la palabra «berit» en el Antiguo Testamento en diversas ocasiones al referirse al acuerdo entre un hombre y su semejante, o entre nación y nación. La mayor parte de las veces se traduce pacto con el doble sentido aquí señalado, y también siempre que se trata de pactos entre Dios y los hombres.

AMALEC, AMALECITAS

Descendientes de Esaú (Gn. 36:12). Moraron durante mucho tiempo en las cercanías de Cades-Barnea. Se hallaban por estos parajes en la época del éxodo (Nm. 13:29; 14:25). Desde las cumbres de los montes de Abarim se podía ver el territorio que habitaban (Nm. 24:20; Dt. 34:1-3). En su época jugaron un importante papel (Nm. 24:20). En Refidim, al oeste del Sinaí, lucharon contra los israelitas, y fueron vencidos. A causa de ello, Israel recibió la orden de destruirlos completamente (Éx. 17:8-16; Dt. 25:17-19). Un año después, Israel llegó a Cades y, desobedeciendo a Dios, intentó penetrar en Canaán. Los amalecitas se opusieron y los rechazaron (Nm. 14:43-45). Es posible que fuera en esta época, o más tarde, que se dio el nombre de los amalecitas a una región montañosa de Efraín (Jue. 12:15; cp. Jue. 5:14). Poco después de la época de Moisés y de Josué, dieron ayuda a Eglón, rey de Moab, para arrebatar Jericó a los israelitas. Algunas generaciones después, se unieron a los madianitas para oprimir a los israelitas del norte (Jue. 3:13; 6:3, 33). Es evidente que se abrieron camino hacia el oriente, manteniendo relaciones amistosas con los otros moradores del desierto. Al final de la época de los Jueces, el rey Saúl aplastó totalmente su poderío (1 S. 15:33; 1 Cr. 4:43).

AMONITAS

Nombre de los descendientes de «Ben-ammi», el hijo menor de Lot con su hija menor, nacido en una cueva de un monte cerca de Zoar, ahora llamado «Zi’ara», unos pocos kilómetros al norte de Hesbón. Sus descendientes eran vecinos de Israel al oriente, entre el Arnón y el Jaboc, y tuvieron mucha relación con la historia de Israel. Dios había ordenado a Moisés que no tocara a los amonitas; la tierra de ellos no podría ser poseída por Israel (Dt. 2:19, 37). Dios la había dado a los hijos de Amón. La capital de ellos era Rabat-amón, que fuera quizá su única ciudad, puesto que eran una nación nómada. A ninguno de esta nación se le debía permitir la entrada en la congregación de Israel hasta la décima generación, esto es, nunca (Dt. 23:3; Neh. 13:1). Juntamente con Amelec, ayudaron al rey de Moab contra Israel, y Jericó cayó en poder de ellos (Jue. 3:13). Israel sirvió a sus dioses, y Dios entregó a las tribus de ambas riberas del Jordán para que sirvieran a los amonitas. Al clamar los israelitas a Jehová, los hijos de Amón fueron derrotados por Jefté. En los primeros días del rey Saúl asediaron Jabes-galaad, y solamente estaban dispuestos a firmar la paz bajo la condición de que se arrancaran los ojos derechos de sus habitantes, a fin de arrojar deshonra sobre Israel. Saúl se lanzó apresuradamente en su ayuda, y lanzó a los amonitas a la desbandada (1 S. 11:1-11; 12:12). El oro y la plata que les fueron arrebatados en la batalla fueron dedicados a Jehová por David. Su rey insultó a los siervos de David cuando envió mensajeros a consolarle por la muerte de su padre, de la misma manera que el mundo rehúsa la bondad del rey de parte de Dios, y ello atrae juicio sobre él (2 S. 10:1-10; 11:1; 12:26-31).

APÓCRIFOS

Del Gr. «apokrypha», «escondidos». Este término se aplica a un número de libros y escritos que aparecen en la versión griega de los LXX, pero que no aparecen en la Biblia hebrea. Posteriores casi todos ellos al siglo III a.C., pasaron de la LXX a la versión latina (Vulgata) y a todas las versiones antiguas y modernas hasta comienzos del siglo XIX. La sinagoga no los consideraba en absoluto inspirados. Ciertos autores de los mismos libros les niegan toda inspiración (1 Mac. 4:46; 9:27; 2 Mac. 15:38, 39). No forman parte del canon judío. Jesús no los cita jamás, y tampoco los apóstoles. A ello se suman razones espirituales, por el desfavor con que se vieron acogidos estos libros. En el siglo IV, el mismo traductor de la Biblia latina, Jerónimo, descalificó el conjunto de libros introducidos por la LXX como parte del AT. Los apócrifos no se distinguen en absoluto por su valor espiritual; el soplo profético brilla por su ausencia, y muchas de las doctrinas que allí se expresan, contradicen la doctrina del canon hebreo y la del Nuevo Testamento.

ASTAROT

Ciudad de Basán en el reino de Og, al este del Jordán. Fue dada a la media tribu de Manasés y después fue hecha ciudad levítica (Dt. 1:4; Jos. 9:10; 12:4; 13:12, 31; 1 Cr. 6:71). Pudiera ser Beestera, la ciudad dada a los hijos de Gersón (Jos. 21:27). Identificada con «Tell Ashtarah»,

ASTORET

Traduc.  «una esposa». Diosa de los fenicios y de los sidonios, adorada por Israel después de la muerte de Josué y también por Salomón. Josías destruyó los emblemas de su adoración, introducidos por Salomón (Jue. 2:13; 10:6; 1 S. 7:3, 4; 12:10; 32:10; 1 R. 11:5, 33; 2 R. 23:13). Era la consorte de Baal. Se trataba de un culto derivado de Babilonia, donde Istar representaba a las estrellas matutina y vespertina. Pasó de Babilonia, con ligeros cambios en su nombre, a todas las naciones alrededor. En Canaán pasó a ser la diosa de la luna, en tanto que Baal era el dios sol. Los inmorales ritos que acompañaban al culto de Istar en Babilonia pasaron a Canaán, y formaban parte de las prácticas idolátricas que los israelitas fueron llamados a extirpar. Es a menudo llamada Astarté, su nombre griego.

FENICIA/FENICIOS

Se dan tres explicaciones al significado de este nombre, derivado del griego: (a) País de las palmas («phoinix»; cp. «Palmira»). (b) País de la púrpura («phoinos» significa «sangre roja»). En Tiro se teñía mucho en púrpura con el molusco «Murex trunculus». (c) País de hombres de tez morena, cobriza (es decir, de los marinos fenicios). Lo compone una estrecha franja de territorio limitada entre el Mediterráneo al Oeste, las cumbres del Líbano al este, y sus ramificaciones al sur. La ciudad de Arvad era probablemente su límite septentrional. Cuando los israelitas se establecieron en el sur, sobre la costa, el límite meridional de Fenicia se hallaba en la Escala de Tiro, a unos 22 Km. al sur de Tiro. Pero los israelitas no echaron a los fenicios ni de Aco ni de Aczib (Jue. 1:31). En la época de Cristo, Fenicia llegaba a Dor, a casi 26 Km. al sur del Carmelo.

SABIDURÍA

Término que en el Antiguo Testamento es traducción usual de la voz hebrea, khama, que tiene varios significados pero siempre, como todo el pensamiento hebreo, un sentido intensamente práctico. Significa destreza técnica (Éx 31.3, 6; Ez 27.8), aptitud en artes o sagacidad en los negocios (Job 12.2, 12), ciencia mágica (Gn 41.8), habilidad en asuntos seculares (Ez 27.8, 9), discernimiento para aconsejar (2 S 13.3), prudencia para gobernar (1 R 3.28; 4.29–34), cordura en la vida diaria y decisiones éticas. Consiste básicamente en aplicar bien lo que uno sabe a lo que uno hace, a fin de lograr un buen vivir. Deriva en ocasiones de la tradición de los padres y se desarrolla por la enseñanza (especialmente de la ley de Dios) o por la experiencia. También puede obtenerse como un don especial de Dios. No solo los gobernantes como Josué (Dt 34.9), David (2 S 14.20) y Salomón (1 R 3.9, 12) necesitan la sabiduría, sino todos en general (Pr 1.1–6).

NÍNIVE

Era la capital de Asiria. Sus habitantes eran guerreros y además, hábiles saqueadotes y con marcada tradición de invasores. Era la más próspera de Mesopotamia. Tenía una muralla que la rodeaba de 11 kilómetros. Una de las joyas de su arquitectura la constituía el Palacio de Senaquerib. Estaba cubierto en muchas de sus construcciones, por enormes y preciosas losas de alabastro. En el año 612 a.C. cae bajo una avanzada militar sin precedentes históricos, la de Medos y Persas, que finalmente los someten.

UR DE LOS CALDEOS

Antiquísima ciudad de Sumeria. Puede ser la «Ur de los caldeos», cuna de Taré  y Abraham (Gn 11.28, 31; 15.7; Neh 9.7), aunque esta quizás sea otra Ur en el norte de Mesopotamia. Aun siendo así, la cultura de Ur de Sumeria habría influido fuertemente en el ambiente del que salió Abraham.

Se hallaba a orillas del Éufrates, a unos 260 km del golfo Pérsico. Una serie de excavaciones a partir de mediados del siglo XIX ha arrojado mucha luz sobre la historia, las costumbres y la religión de la ciudad. La fundó antes del año 4000 a.C. una población de la que quedan pocos rastros y a la que los arqueólogos llaman «ubaidiana». Durante buena parte de su historia la gobernaron reyes hereditarios aunque es probable que tuvieran otra forma de gobierno al principio. Desde ca. 300 a.C. se encuentra deshabitada. La época más importante para Ur fue la de la civilización sumeria (3100–2000 a.C.), durante la cual era puerto y centro de esta civilización.

UZ

Nombre de un lugar, una tribu y una persona del Antiguo Testamento.

  1. Territorio mencionado varias veces en el Antiguo Testamento y que adquiere mayor importancia al mencionarse como el lugar de origen del patriarca Job Probablemente estaba situado en el desierto sirio al este de Palestina, entre Damasco y Edom. En Lm 4.21 se nos dice que la hija de Edom habita en Uz. En Job 1.1 se habla de «la tierra de Uz» como el lugar de donde el patriarca procedía, expresión que en lugar de definirlo añade vaguedad al lugar. 2. De acuerdo con Gn 10.23, Uz también era una tribu aramea que, según 22.21, descendía de Nacor. En Job 1.3 se enfatiza su condición oriental; en el v. 19 se establece su relación con el desierto y en el v. 14 se alude a sus tierras de cultivo y, más adelante (Job 29.7), se hace referencia a sus aldeas y ciudades. 3. Hijo de Disán y nieto de Seir, el horita (Gn 36.28).


LIBROS SUGERIDOS


Con el propósito de que continúes ampliando más acerca de los aspectos que abordamos en el Antiguo Testamento, te sugerimos consultar los siguientes libros en la Biblioteca de tu ciudad:

BARCLAY, William. Introducción a la Biblia. Trad. del inglés por Juanleandr Garza. México: CUPSA, 1987.

CHARPENTIER, Etienne. Para leer el Antiguo Testamento. Trad. del francés por Nicolás Darrical. Estella: Editorial Verbo Divino, 1984.

CHARPENTIER, Etienne. Para leer la Biblia. Equipo «Cahiers Evangile». Primeros pasos por la Biblia. Cuadernos Bíblicos 35. Trad. del francés por Nicolás Darrical. Estella: Editorial Verbo Divino, 1984.

BRIGHT, J., La historia de Israel, Bilbao, segunda edición, 1970.

LAKATOS, Eugenio, Introducción a los Libros Sagrados, Progreso, México, 1967.

ROBERT A. FEUILLET A., Introducción a la Biblia, t. Herder, Barcelona, 1965.

SCHOKEL, Luis Alfonso, La palabra inspirada, Herder, Barcelona, 1966.

VACCARI, A., El Estudio de las Sagradas Escrituras, Barcelona, 1944.

© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas.

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