El poder destructivo de una mentira

Jamás alcanzaremos a dimensionar el enorme daño que causamos a las personas con nuestras mentiras. Dañamos nuestra vida y la de quienes nos rodean. Hoy es el día para cambiar.

Alguien dijo que se había disparado. Que no soportó la desesperación. Nunca se probó, pero fue una versión que cobró fuerza y apareció en el diario Los Ángeles Express. Un titular sensacionalista: “El capitán E.J. Smith se pegó un tiro

Otros periódicos hicieron eco de la versión y dijeron que el avezado marinero se había suicidado.

Hacían alusión al capitán Smith. Era quien comandaba el trasatlántico Titanic, cuyo hundimiento se produjo el 15 de abril de 1912.

La tragedia dejó un saldo de aproximadamente 1.500 personas muertas y más de 700 sobrevivientes.

Después de 113 años, un nuevo libro ha sacado a la luz detalles escalofriantes sobre los momentos finales del capitán Edward John Smith, uno de los personajes más reconocidos que fallecieron durante el naufragio.

NO ERA UN COBARDE, SINO UN HÉROE

En un libro de reciente aparición, el escritor Dan E. Parkes recopila una serie de relatos de testigos presenciales que sobrevivieron al hundimiento. Los testimonios ofrecen una versión más «fiel y menos sensacionalista» de los hechos.

Algunos sobrevivientes aseguraron que el marinero rescató a un bebé y lo entregó a varias personas en un bote. “Cuiden mucho del pequeños”, les dijo.

En ese orden de ideas, no fue un cobarde que prefirió el suicidio a enfrentar la realidad, sino un héroe.

Aunque le insistieron en que subiera a la pequeña nave y se salvara, decidió quedarse hasta último momento en el Titanic.

EL PODER DE UNA MENTIRA

Una mentira resulta dañina. Puede parecer pequeña y hasta piadosa, pero es altamente destructiva.

El rey Salomón escribió:

«Hay seis, y hasta siete cosas que el Señor detesta con toda el alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, la mente que maquina planes inicuos, los pies que se apresuran a hacer el mal, el testigo falso que propaga mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.» (Proverbios 6: 16-19 | RVC)

Y el apóstol Pablo escribió a los creyentes de Colosas:

«No se mientan los unos a los otros, pues ya ustedes se han despojado de la vieja naturaleza y de sus hechos, y se han revestido de la nueva naturaleza, la naturaleza del nuevo hombre, que se va renovando a imagen del que lo creó hasta el pleno conocimiento… » (Colosenses 3:9-10 | RVC)

Hay otros pasajes que le invitamos a considerar: Proverbios 12:22; Proverbios 6:16-19, Colosenses 3:9-10, Proverbios 12:22, Éxodo 20:16, Proverbios 19:5.

CORREGIR LAS MENTIRAS

Las mentiras poco a poco se van colando en nuestra cotidianidad. Sutilmente. Nos contaminan. Nos dañan y dañan a otros.

Es hora de revisarnos. ¿Hemos caído en la trampa de las mentiras y hoy no son costumbre, sino una atadura? Es hora de corregir ese hábito, con ayuda de Dios. El Señor es quien nos ayuda a experimentar cambios en nuestra cotidianidad y a afirmarnos en principios y valores edificantes.

A propósito de Dios, ¿cómo se encuentra su relación con Él? Si considera que sus pecados le han apartado del Padre celestial, es hora de ponernos a cuentas con Él. Cuando nos arrepentimos y reconocemos nuestros equívocos, Él nos perdona. No porque lo merezcamos, sino por Gracia.

El apóstol nos anima a volvernos a Dios:

«Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.» (Hebreos 4:16 | RVC)

Jesús hizo posible la materialización de la gracia divina al morir en la cruz por nuestros pecados. Decídase hoy. Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo.

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Fernando Alexis Jiménez es ministro ordenado y sirve en la Misión Edificando Familias Sólidas. Desde el 2016 es director del Instituto Bíblico Ministerial. Transmite diariamente el Programa Vida Familiar.

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