Adentrarnos en el Antiguo Testamento es volver a los orígenes (Introducción)

Antiguo Testamento

El estudio de la Biblia reviste mucha significación para los hombres y mujeres que sirven en la obra de Dios. ¿La razón? En un mundo en el que prevalecen sinnúmero de filosofías y corrientes de opinión, la iglesia de Jesucristo debe volver a su esencia,  y parte del proceso incluye dimensionar en su verdadera proporción el valor que tienen las Escrituras, de las cuales aprendemos los valores y principios que deben guiar nuestros pensamientos y acciones.

Cuando realmente volvamos la mirada a los textos bíblicos, interioricemos sus enseñanzas y las pongamos en práctica, veremos cristianos dinámicos, que crecen en su vida personal y espiritual e impactan al mundo. Nuestro testimonio cristiano representará un verdadero reto para una sociedad que atraviesa por crisis profundas en todos los órdenes.

Como Instituto Bíblico Ministerial al servicio del pueblo cristiano en todos los rincones de la tierra, concedemos singular importancia a la Biblia y regimos nuestro desenvolvimiento con fundamento en lo que aprendemos en ella.

El Señor Jesús otorgó especial preponderancia a los escritos sagrados cuando advirtió:

No piensen que he venido para destruir la ley de Moisés o la enseñanza de los profetas. No he venido para destruirlas, sino para darles completo significado. Les digo la verdad: mientras existan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni una tilde de la ley hasta que todo se cumpla”(Mateo 5:17, 18.  Cf. Juan 10:34, 35.; Hechos 23:5. Versión La Biblia, la Palabra de Dios para todos).

Por su parte, el  apóstol Pablo hizo particular énfasis en el valor Escritural cuando escribió a su discípulo Timoteo:

Toda la Escritura es un mensaje enviado por Dios, y es útil para enseñar, reprender, corregir y mostrar a la gente cómo vivir de la manera que Dios manda, para que el siervo de Dios esté listo y completamente capacitado para toda buena obra”(2 Timoteo 3:16, 17. Versión La Biblia, la Palabra de Dios para todos Cf. 2 Pedro 1:21 y 3:15, 16.).

En ese orden de ideas, emprendemos hoy el fascinante estudio del Antiguo Testamento, para que redescubramos los orígenes del pueblo de Dios y asimilemos enseñanzas que son las que, a su vez, transmitiremos a las personas entre las cuales estamos desarrollando—o desarrollaremos en el futuro—un ministerio, sumándonos   con idoneidad  a la extensión del Reino de Dios.

METODOLOGÍA DE ESTUDIO

La metodología que utilizamos en el material de estudio es bastante sencilla y va acompañada de ilustraciones y gráficas que facilitan la comprensión y aplicación. La meta no es únicamente formar siervos de Dios plenamente capacitados para la obra sino que, además, cada uno de ellos vivencie lo que aprende cada día.

Usted decide cuál será el tiempo para estudiar. Y también, en qué jornada de tu cotidianidad sacas esos minutos para estudiar cada Lección. En todos los casos, requerimos que asuma un principio importante: la Disciplina, de tal manera que se fije el propósito de trabajar diariamente en la auscultación del material de trabajo. Además de leer, de hacer las investigaciones que sugerimos en algunas Lecciones y de repasar lo aprendido, debe atender los cuestionarios.

Cabe resaltar que deseamos mantener un contacto permanente con todos los estudiantes, no solo para despejar los interrogantes que tengan, sino también para ayudarle en el crecimiento académico. Ese objetivo aplica en las dos modalidades del proceso formativo: presencial y virtual.

¿Qué textos necesita? Dos Biblias: la Reina Valera convencional que se utilizan en la mayoría de las iglesias cristianas y una Versión Popular o  quizá, dos que son fáciles de conseguir: la Nueva Versión Internacional, o la Versión “La Biblia, la Palabra de Dios para todos” que hallara en la mayoría de las librerías cristianas de su localidad.

Estamos convencidos de que, uniendo esfuerzos y con el compromiso que asuman nuestros estudiantes, pronto podremos experimentar juntos el gozo de ofrecerles a todas las Naciones, un buen número de misioneros, pastores, obreros y líderes que lleven adelante la Gran Comisión del Señor Jesús:

Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Así que vayan y hagan seguidores en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que yo les he mandado. Tengan presente que yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”(Mateo 28:18-20. Versión La Biblia, la Palabra de Dios para todos).

Oramos a Dios porque este material que tiene en sus manos, sea especialmente enriquecedor para su vida y la de aquellos a quienes comparte el mensaje de Salvación.

Ps. Fernando Alexis Jiménez y Lucero González

Instituto Bíblico Ministerial

Misión Edificando Familias Sólidas

 

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