El asunto no es de conocimiento, sino de vivencia. Los valores bíblicos debemos interiorizarlos y llevarlos a la práctica en nuestra cotidianidad. Diariamente estamos expuestos al peligro. Peligro de ceder nuestros principios y valores y dejarnos arrastrar por la sociedad que nos rodea. Una sociedad sin Dios y sin ley. Diariamente recibimos influencias negativas, principalmente de personas cercanas. Nos tientan con el desenfreno, la infidelidad, el alcohol, las drogas y mil comportamientos más que nos dañan y afectan a otras personas. También nos bombardean con información contaminante a través de…
Continuar Lectura