Cartas Generales (Lección 11)


Las Epístolas generales comienzan con la combinación de dos principios: primero, seguir a Cristo nos da la capacidad de confiar en que Dios provee para nosotros y segundo, confiar en que Dios nos provee nos lleva a trabajar en beneficio de los necesitados.

En esta ocasión nos vamos a referir a una sección específica del Nuevo Testamento: las Epístolas Generales. Constituyen un bloque de enseñanza doctrinal, pero en términos tan sencillos, que les permitió a los cristianos del primer siglo llevar a la práctica las enseñanzas del Señor Jesús de una manera sencilla y práctica. Este gran apartado lo componen los siguientes textos:

  • Santiago
  • 1ª de Pedro
  • 2ª de Pedro
  • 1ª de Juan
  • 2ª de Juan
  • 3ª de Juan
  • Epístola de Judas

Su contenido le habla a la iglesia en general, no a una congregación en particular. También tienen un denominador común: su interés en temas prácticos como el liderazgo organizacional, el trabajo duro, la equidad, las buenas relaciones y la comunicación eficaz.

Los principios consignados en cada una de las cartas los alentaban en medio del ambiente difícil que representaba el gobierno de los romanos, que, en esa primera fase de la iglesia primitiva, habían desatado una intensa persecución.

¿Cuáles eran las principales dificultades a las que hacían frente? Podemos sintetizarlas de la siguiente manera:

1.- _________________________

2.- _________________________

3.- _________________________

4.- _________________________

5.- _________________________

Los seguidores de Jesús permanecían firmes en sus convicciones de fe, aun cuando alrededor encontraban un ambiente hostil. No obstante, el desafío era desenvolverse laboralmente con quienes eran sus opositores y, aun así, compartirles acerca de las enseñanzas del Señor Jesús.

UN MENSAJE QUE NO PIERDE VIGENCIA

Cuando hacemos un estudio cuidadoso de las Epístolas Generales descubrimos que su contenido no pierde vigencia y, por el contrario, es muy útil en nuestros tiempos. ¿El motivo? Estamos en medio de una sociedad materialista, politeísta y sumida en el sincretismo, que requiere del Señor Jesucristo con particular urgencia.

Tengamos en cuenta que muchos seguidores del Maestro tienen más oportunidades de servir a Dios en su trabajo que en cualquier otra área de su vida.

 Los lugares en donde trabajan en negocios, el gobierno, centros educativos, organizaciones sin ánimo de lucro y el hogar benefician en gran manera a la sociedad y, desde allí, pueden ejercer una poderosa influencia.

Por otra parte, comúnmente, la mayoría de lugares de trabajo no están dedicados a los propósitos de Dios, tales como servir el bien común, trabajar por el beneficio de otros, estrechar las relaciones entre las personas, extender la justicia y desarrollar el carácter.

Ya que las metas principales de los lugares de trabajo son diferentes a las metas finales de los cristianos, es de esperarse que exista una tensión en nuestros roles duales como seguidores de Cristo y trabajadores en lugares diferentes a la iglesia.

Aunque la mayoría de lugares de trabajo no son malos de forma intencional —así como muchas partes del Imperio romano no eran hostiles directamente con los seguidores de Jesús—,   es posible que sea difícil para los cristianos servir a Dios en su trabajo.

Hay dos elementos generales que engloban las enseñanzas de estas cartas neotestamentarias que podemos resumir así:

1.- ________________________________________________________

2.- ________________________________________________________

SINTESIS DE LAS CARTAS GENERALES

Para tener un panorama completo acerca de las siete cartas generales del Nuevo Testamento, le invitamos a considerar el siguiente resumen:

1.- Santiago. El apóstol Santiago brinda enseñanzas orientadas a la acción de dos principios esenciales: podemos confiar en que Dios provee para nosotros y, en segundo lugar, que debemos trabajar por el beneficio de los que tienen necesidad. Si la fe es real y de verdad confiamos en Dios, será evidente en toda clase de acciones prácticas para el beneficio de los que tienen necesidad. Esta perspectiva hace que Santiago sea un libro eminentemente práctico.

2.- Primera y segunda cartas de Pedro. El apóstol le escribió a un grupo de creyentes que experimentaban calumnias y abuso físico por su lealtad a Jesús. La perspectiva de Pedro, que transfiere a los creyentes en sus dos cartas universales, se enfoca en no renunciar ante el sufrimiento, depositar la confianza en Dios y, en medio de las adversidades, servir a Dios. Cristo nos ha llamado a seguirlo en un mundo que no lo reconoce. Somos extranjeros residentes en esta tierra extraña, la cual todavía no es nuestro verdadero hogar. Por tanto, estamos destinados a experimentar   pruebas. A pesar de eso, no somos víctimas del mundo, sino servidores a través de un sacerdocio santo (1 Pedro 2: 5).

3.- Primera, segunda tercera cartas de Juan. El apóstol aborda temas prácticos, pero trascendentes como andar en la luz de Cristo, el amor al prójimo como distintivo de conocer a Dios y movernos en la verdad. De acuerdo con el apóstol Juan unir amor a la verdad trae como resultado un ambiente en el que la “gracia, misericordia y paz serán con nosotros”. Desafortunadamente, con frecuencia actuamos como si la gracia, la misericordia y la paz dependieran del amor menos la verdad. Por último, en sus tres cartas nos invita a asumir nuevos principios de vida que, de hecho, riñen con las pautas que rigen al mundo.

4.- Carta universal de Judas. La carta es una de las más breves. Aborda temas tan complejos como la práctica de quienes, con sus hechos, negaban a Jesucristo. Las herejías que tomaban fuerza entre los creyentes y la codicia. En ese marco, denuncia a los líderes cristianos que no ejercían apropiadamente su servicio. Las palabras del apóstol Judas aplican igualmente para los líderes que malversan los fondos de la iglesia para sus propios placeres.

Fue un seguidor de Jesucristo que se tomó la tarea de advertir sobre lo que ocurría, que afectaba el testimonio de la iglesia. No le da temor tomar acciones fuertes contra el mal. Precisa, también, que el líder comprometido con el Señor Jesús, trata a cada persona con respeto y trata de discernir qué clase de disciplina puede llevarlos de regreso al redil.

Las Epístolas generales comienzan con la combinación de dos principios: primero, seguir a Cristo nos da la capacidad de confiar en que Dios provee para nosotros y segundo, confiar en que Dios nos provee nos lleva a trabajar en beneficio de los necesitados. Estos principios son la base de varias instrucciones prácticas para la vida y el trabajo y de conceptos teológicos que nos ayudan a entender el lugar que tiene el trabajo en la vida de fe.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN 11:


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

1.- Idolatría

2.- Escepticismo

3.- Fuerte influencia de la cultura griega

4.- Esclavitud

5.- Abuso de los ricos y poderosos

Un mensaje que no pierde vigencia

1.- Podemos confiar en que Dios provee para nosotros.

2.- Debemos trabajar por el beneficio de los que tienen necesidad.


© Fernando Alexis Jiménez – Facilitador del Instituto Bíblico Ministerial – Misión Edificando Familias Sólidas


 

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