Dios se revela a la humanidad. Lo ha hecho desde siempre. Aun cuando es creador de todo el universo (Cf. Nehemías 9:6; Hechos 17:24-25), y su santidad rebasa nuestra comprensión limitada, se ha manifestado de muchas maneras. Lo hace para afianzar nuestra relación de hijos con Su Padre. Es la forma amorosa como quiere mantener intimidad espiritual con nosotros. Él desea abrirnos las puertas para que, si oramos, tengamos la certeza de que nos oye, y que, si le pedimos algo, lo recibiremos.
Este punto es muy importante porque si el Señor desea revelarse en nuestra existencia, es porque anhela que experimentemos la plenitud y realización que planeó desde siempre y que satanás ha querido robarnos, como enseñó el Señor Jesucristo en el pasaje de Juan 10:10.
Ahora, nuestro amado Creador ha utilizado por siglos una herramienta para revelarse a la humanidad. Nos referimos a las Escrituras. En ellas encontramos todo cuanto necesitamos saber del Supremo Hacedor del universo.
En esa dirección, le animamos a leer los textos de Isaías 43:10, 11; 44:6, 45:5 y, también, el Salmo 86:10. Medite cuidadosamente en lo que enseñan estos tres pasajes. Escriba a continuación sus conclusiones:
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LA REVELACIÓN DE DIOS EN EL UNIVERSO
El hecho mismo de tomarnos unos cuantos minutos para reflexionar en la creación de Dios, nos muestran su propósito eterno. Aún en aquello que no podemos ver. Él no improvisa. Tuvo cuidado hasta del más mínimo detalle de todo cuanto existe (Isaías 40:5-14). Todo lo que viene de Sus manos, es perfecto.
A continuación, lea el Salmo 19:1-4 y consigne lo que enseña a su vida este pasaje:
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¿Cómo se revelan las cosas invisibles de Dios? Encontrará la respuesta en Romanos 1:20. Escriba su conclusión:
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Cuando reflexionamos en un Dios tan grande y poderoso, como el que amamos, debemos coincidir en un aspecto: todo lo ha hecho por amor a nosotros, e ir más allá al concluir que para nuestro Padre, nada es imposible. Él puede obrar el milagro que le pidamos, en consonancia con Su divina voluntad.
LA REVELACIÓN DEL PODER ILIMITADO DE DIOS
Todas las circunstancias, aun cuando no las entendemos a veces, el Señor las puede transformar. Allí, en medio de los imposibles en los que cambia el curso de la historia, revela su infinito poder (Job 36:22-33).
Medite a continuación en el texto de Isaías 40:5-14; 21-31 y aplíquelo a su vida. ¿Qué hay imposible para Dios? ¿Qué puede hacer en su vida hoy, o en la de alguno de sus seres amados en la familia? Escriba sus apreciaciones:
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En todo cuanto hace, Dios muestra que tiene el control, no solamente de lo que nos acontece, sino también, de toda la humanidad (Cf. Salmo 97:1-6; Hechos 14:15-17). Solamente Él puede modificar la dirección de cualquier acontecimiento.
DIOS SE REVELA A TRAVÉS DE LAS ESCRITURAS
Otra de las formas como Dios ha hablado a través de los siglos, revelando su grandeza y santidad, ha sido a través de hombres y mujeres a los que escogió para cumplir un propósito específico. Sus mensajes y relación con el Señor quedaron consignadas en los textos que hoy conforman la Santa Biblia.
A través de sus líneas, el Padre ha revelado su amorosa condición, trayendo consuelo, aliento, dirección, y toda la información que Dios quería que tuviéramos. Quienes recibieron los mensajes del Señor solían escribirlos para que otras personas también se beneficiaran.
Vaya a la Palabra y lea los pasajes de Hebreos 1:1 y Lucas 24:44, 45. Escriba sus conclusiones:
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DIOS SE REVELA POR LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO
Cuando permitimos que Dios obre poderosamente en nuestra existencia, y su santo Espíritu mora en nuestro ser, nos revela aquello que necesitamos saber (Juan 14:26; 1 Pedro 1:10, 11).
Ahora bien, aquí cabe aclarar que todo cuanto nos revela el amado Padre por Su Espíritu, no riñe con lo que está escrito en Su Palabra. Y hacemos la anotación porque sinnúmero de personas se amparan en que les “reveló el Espíritu Santo” para dejar aflorar lo que dicen sus emociones, lo que los lleva a equívocos. Lo que es de Dios, es confirmado; aquello que nace de las emociones, en emociones termina.
DIOS SE REVELA CUANDO TRATA CON NUESTRAS VIDAS
Uno de los pasajes clásicos de la Biblia lo encontramos en Apocalipsis 3:20. Allí leemos que el Señor Jesús está tocando a la puerta –que entendemos es nuestro corazón–, a la espera de que le abramos y permitamos que, al entrar, iniciemos una relación especial con Él.
Nuestro amado Dios viene en nuestra búsqueda. Es una manifestación gloriosa de Su infinito amor. Es entonces cuando tenemos experiencias maravillosas en las que Él se nos revela.
Por favor, busque el texto de Éxodo 3:1-6, 14; 6:1-8. ¿De qué manera se reveló Dios a Moisés? ¿Cómo se revela hoy a Su vida el Señor? Consigne a continuación sus apreciaciones:
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Otro ejemplo enriquecedor lo encontramos en Jeremías 1:4-19. Expliqué qué aprendió y cómo habla este pasaje a su existencia:
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La Palabra de Dios nos enseña también que:
- En los postreros tiempos Dios se ha revelado a través del Hijo, Jesús (Hebreos 1:2)
- Nadie ha visto al Padre, solo el Hijo y Él lo ha dado a conocer (Juan 1:18.)
- El Señor Jesús es la imagen visible del Dios invisible (Colosenses 1:15)
No podemos perder de vista un hecho que permanece en el tiempo: Dios se revela de una manera poderosa en la vida de aquellos que desarrollan intimidad con Él. Y dos formas de hacer es mediante la lectura sistemática de las Escrituras y la oración.
Le invitamos a participar de la próxima Lección y a mantenerse firme en Jesús el Señor, prendido de Su mano poderosa siempre.
© Fernando Alexis Jiménez – Facilitador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)
