Cuando hablamos del Espíritu Santo hacemos alusión, al mismo tiempo, al Espíritu de Dis y al Espíritu de Cristo. Estas tres designaciones son una y aparecen en las Escrituras. Puede que a primera vista el asunto el asunto luzca como algo confuso pero comprobaremos que no es tan complejo.
Para tener una aproximación al tema le invitamos a leer Romanos 8:8-10. Una vez estudie el pasaje, escriba sus conclusiones:
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¿En dónde mora el Espíritu Santo que es también el Espíritu de Cristo? Encontrará la respuesta en 1 Corintios 3:16, 17 y Gálatas 4:6, 7.
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¿A qué conclusión podems llegar al leer lo que dice Pablo en cuanto al Espíritu Santo? (Filipenses 1: 18, 19)
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¿Cómo comprobams que estamos en Dios y a su vez, Dios en nosotros?(1 Juan 4:13)
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¿POR QUÉ SE LE LLAMA EL ESPÍRITU DE CRISTO?
Todos los redimidos recibimos el Espíritu Santo porque el Padre nos lo envía en el Nombre del Hijo con un propósito específico: “… él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”(Juan 14: 26 b| RV 60)
¿Qué ocurre cuando creemos en el Señor Jesús y le abrimos las puertas del corazón?(Juan 7:38)
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Cuando Juan el bautista se refirió al Señor Jesucristo, hizo una importante revelacion a lo que haría con la suministración del Espíritu Santo:
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”(Mateo 3:11 | RV 60)
En la nueva vida que recibimos, se nos imparte el Espíritu Santo mediante su bautismo. Cristo Jesús lo hace posible. Es Dios y el Espíritu Santo; es el Espíritu de Cristo.
Con respecto al Señor Jesucristo, ¿qué hace el Espíritu Santo? Juan 16:13, 14)
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Cuando repasamos el asunto, el panorama se va despejando. Si Cristo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, no hay ninguna contradicción cuando leemos en la Palabra que el Espíritu Santo es también el Espíritu de Cristo.
Días antes de su sacrificio, el Señor Jesucristo le anunció a sus seguidores que no los dejaría solos. Por el contrario, les hizo la siguiente revelación:
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.”(Juan 14:18 | RV 60)
En su texto de teología sistemática, Miyer Pearlman escribe:
El Cristo glorificado está presente en la iglesia y en los creyentes por medio del Espíritu Santo. Se dice a menudo que el Espíritu Santo ha venido para ocupar el lugar de Cristo, pero sería más exacto decir que ha venido para hacer de Cristo una realidad. El Espíritu Santo hace posible y real la omnipresencia de Cristo en el mundo (Mateo 18:20), y su morada en los creyentes.”
Quien habita en nosotros es Dios mismo. No podemos perder de vista esta realidad. Fue posible gracias a la obra redentora del Señor Jesús en la cruz. No de otra manera podría habitar en nuestro ser.
EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO CONSOLADOR
Hay otro elemento de singular importancia y está representado en el hecho de que Jesús llamó al Espíritu Santo, el Consolador. (Lea Juan 15:26) Él nos guiará a toda la verdad, mostrándonos y haciéndonos reconocer nuestro pecado, la justicia y el juicio. (Juan 16: 8-15)
¿Qué hace el Espíritu? Nos da poder para vencer sobre el pecado consciente. Está escrito que si andamos en el Espíritu no satisfagamos los deseos de la carne. Lea Gálatas 5:16 y escriba sus conclusiones:
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¿Qué ocurre cuando el poder del Espíritu Santo obra en nuestras vidas? (Gálatas 5: 25-26).
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EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO INTERCESOR
Además de traer consolación a nuestro ser, leemos en las Escrituras que el Espíritu Santo es nuestro intercesor. El apóstol Pablo lo describe de la siguiente manera:
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.»(Romanos 8:26 RV 60)
Cuando enfrentamos situaciones difíciles, Él viene en nuestra ayuda. Podemos terner la certeza de que no estamos solos cualquiera sea la situación que estemos atravesando.
¿Para qué lo hace? Para que vivamos conforme a la voluntad de Dios y, en la mayoría de los csos, podamos vencer las tentaciones.
Lea Romanos 8:13 y escriba sus conclusiones cuando vivimos por la carne o por el Espíritu:
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Conforme vamos avanzando en el estudio de la Palabra descubrimos aspectos maravillosos sobre el Espíritu Santo. Meditar en estas Escrituras nos ayudan a proseguir el crecimiento personal y espiritual que tanto anhelamos.
© Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas.
