Las 70 semanas que cambiarán a la humanidad (Lección 6)

70 semanas de Daniel

¡Todos esperamos el pronto regreso del Señor Jesucristo! Es lo que nos anima cada día. Hay tres acontecimientos que debemos resaltar.  Él vendrá por los santos o elegidos, entre los que sin duda estamos nosotros si permanecemos fieles. El arrebatamiento será invisible (Cf. Mateo 24:27) y, en tercer lugar, en el arrebatamiento Cristo se encontrará con su pueblo en el aire.

La segunda venida será literal. Tendrá lugar al final de los 7 años que transcurrirán entre el arrebatamiento o rapto de la iglesia, y su regreso. Un poco más adelante iremos despejando sus interrogantes al respecto.

¿Qué ocurrirá durante este tiempo?

  • Se desarrollarán los juicios de Dios.
  • Hará su aparición el anticristo.
  • Se producirá la gran tribulación.
  • El Señor Jesucristo aparecerá como rey de Reyes.
  • En medio de un ambiente bélico que involucrará a millares de personas, el Señor Jesucristo realizará una intervención sobrenatural.
  • El Salvador eliminará al anticristo.

En todos los casos, debemos estar preparados siempre. ¡Cristo regresará muy pronto!

SETENTA SEMANAS QUE CAMBIARÁN LA HISTORIA

Todos los acontecimientos que cambiarán el curso de la humanidad, están contenidos en la Biblia. Las setenta semanas constituyen un episodio debidamente documentado por las Escrituras. Su impacto en el final de los tiempos es precisamente el aspecto que estudiaremos a continuación.

Las setenta semanas las encontraremos en el libro de Daniel quien escribió la profecía aproximadamente en el año 538 a.C. Ocurrió mientras ayunaba y oraba, rendido a Dios. Estaba exiliado en Babilonia.

Lea a continuación el pasaje de Daniel 9:24-27. Tome nota de los detalles, por mínimos que la parezcan. Escriba sus conclusiones:

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En varios pasajes del Antiguo Testamento encontramos los días descritos en eventos proféticos, eran asociados con años. Era una costumbre de los judíos. Particularmente lo eran el número 7 y el 70.

De acuerdo con estas interpretaciones, 70 semanas corresponden a 490 años, un tiempo especial para el Señor, reveladas al pueblo de Israel.

Anticipa eventos que, o bien se están cumpliendo, o están por ocurrir (Daniel 9:24)

EL PROPÓSITO DE LA PROFECÍA

Cuando leemos el texto que alude a las setenta semanas, descubrimos aspectos puntuales de los cuales debemos tomar nota:

1.- Poner fin a sus __________________.

2.- Poner fin a sus __________________.

3.- Perdonar su __________________.

4.- Establecer para siempre su __________________.

5.– Sellar la __________________ y las __________________.

6.- Consagrar el _________________________.

Cuando se escribió este pasaje profético incluía dos fases de cumplimiento: el presente y el futuro.

El cumplimiento pleno tendrá lugar al final de la última semana cuando el Señor Jesucristo sea ungido por el Padre en la segunda venida.

El punto culminante  de lo profetizado en las 70 semanas tendrá su desarrollo a través de tres etapas que le invitamos a considerar con detenimiento:

PRIMER PERÍODO

De acuerdo con algunas hipótesis, el primer período comprende siete semanas de años o sea 49 años, desde el decreto de Artajerjes –aproximadamente en el año 456 a.C.—disponiendo la reconstrucción de Jerusalén, la que en efecto ocurrió en el año 464 a.C.

En ese tiempo comenzó la reparación del muro de la ciudad y concluye todo ese primer período, en el año 410 a.C., con la profecía de Malaquías contenida en su libro. Allí se da el período inter testamentario que fue una época de silencio, por el distanciamiento de Dios que evidenciaba el pueblo de Israel.

SEGUNDO PERÍODO

Comprende desde el año 410 a.C., hasta la muerte del Señor Jesucristo. Es un período de 62 semanas que equivale a 434 años los cuales se cumplieron en el año 24 d.C. ¿Tiene sentido? Por supuesto que sí porque está probado que el Señor Jesús nació antes del año cero que constituye la línea base de nuestro calendario.

El cumplimiento de la última semana será después del rapto. Con este suceso concluirá la dispensación de la gracia. Es la que nos cobija a quienes somos llamados gentiles, redimidos por la obra del Señor Jesucristo.

¿Por qué razón nos beneficiamos nosotros? Encontrará la respuesta en Juan 1:11, 12. Le animamos a compartirnos sus conclusiones:

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¿Cómo está compuesto hoy la iglesia por la que viene el Señor Jesucristo? Lea 1 Corintios 10:32. ¿Qué aprendió?

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TERCER PERÍODO

Tendrá una duración de 7 años o semanas de años con lo que se cumplen las 70 semanas. Comenzarán, de acuerdo con lo que coinciden varios teólogos, con el arrebatamiento de la iglesia y concluirá con la segunda venida literal de Cristo (Lea por favor Daniel 9:27)

Jamás pierda de vista una realidad: el reloj profético de Dios no se detiene. Está avanzando inexorablemente hacia el cumplimiento de su propósito eterno. ¡El regreso del Señor Jesucristo por su pueblo será una realidad!

EL CONTEXTO EN EL QUE SE PROFETIZARON LAS 70 SEMANAS

Hay quienes aseguran que nos encontramos en la recta final de las setenta semanas, es decir, el número 69. El proceso terminará cuando la iglesia de Dios sea arrebatada, dando inicio a la semana 70.

El profeta Daniel nos asegura en la profecía que los acontecimientos a los cuales se refiere en el capítulo 9 de su libro sucedieron durante “…el año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que vino a ser rey sobre el reino de los caldeos” (vers. 1). Esto habría sido el primer año después de la caída de Babilonia en el año 538 AC.

Podemos inferior que habrían transcurrido aproximadamente 10 años después de la visión registrada en el capítulo 8. Sin embargo, el ángel Gabriel no había terminado de explicarla, porque, por una parte, se refería a un futuro lejano, y por otra, el profeta Daniel había quedado quebrantado, postrado por una enfermedad que duró varios días.

Daniel tenía alrededor de 80 años y experimentaba agotamiento físico. Su mayor preocupación giraba alrededor de la restauración del santuario que había sido profanado. Esto no permitiría una adoración correcta.

El período de 2.300 “tardes y mañanas” que debían transcurrir antes que él y su pueblo pudiesen contemplar algún cambio, era abrumador. Sin embargo, el ángel Gabriel le había asegurado que en este respecto la visión también era verdadera.

No podemos olvidar, tampoco, que los judíos se encontraban probablemente en el exilio. Abrigaban sentimientos encontrados. Su estadía en Babilonia no era nada agradable. El clima era seco, caluroso y polvoriento, y casi todo el terreno era plano, diametralmente opuesto a lo que eran las condiciones de Palestinas.

Muchos se sentían nostálgicos, y al reunirse para conversar acerca de los buenos días del pasado, se acordaban de las canciones de Sión, aunque no se sentían con ánimo de cantarlas. Colgaban sus arpas en los sauces y lloraban como lo describe el Salmo 137.

Los judíos que vivían junto al río Quebar tenían un sacerdote con ellos, a quien Dios había utilizado como profeta, a saber, Ezequiel. Los exiliados no experimentaron persecuciones religiosas, ni sufrieron interferencias con su forma de adoración. Los maestros podían proseguir sus estudios y realizar sus tareas docentes.

Los devotos se reunían el sábado, no para celebrar un servicio ceremonial, como lo hubieran hecho en el templo, sino para leer y escuchar las escrituras, para discutir sus intereses religiosos y para orar. De este modo comenzó a desarrollarse la institución de la sinagoga. Probablemente Daniel aprovechaba esas ocasiones para compartir sus visiones con los demás.

UN MENSAJE ALENTADOR

En este marco contextual se produce la revelación de las 70 semanas.   ¿Pudo comprender el profeta Daniel todo esto? Tal vez no. Pero a nosotros que vivimos en una época posterior a los tiempos de Cristo, se nos ha concedido la bendición de ver cuan maravillosamente se cumplen los propósitos de Dios en la salvación de los seres humanos. Con semejante Dios, ¿tenemos alguna razón para enfrentar el futuro con algo menos que una confianza total?

Nuestra tarea radica en mantenernos apercibidos de los tiempos. Al igual que para muchos judíos el anuncio de las 70 semanas fue un mensaje alentador, porque anticipaba un tiempo de liberación, debe serlo para nosotros hoy porque nos señala el punto de partida con nuestro amado Salvador Jesucristo.


RESPUESTAS A LA LECCIÓN 6


A continuación, encontrará las palabras o frases que requiere para llenar los espacios en blanco que aparecen en la Lección de hoy:

El propósito de la profecía

1.- Transgresiones

2.- Pecados

3.- Maldad

4.– Justicia

5.- Visión y las Profecías

6.- Lugar Santísimo


(C) Fernando Alexis Jiménez – Entrenador del Instituto Bíblico Ministerial de la Misión Edificando Familias Sólidas (Colombia)


 

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